10 libros recientes que tienes que leer, por Aixa de la Cruz
Poco a poco, a base de recomendaciones que pasan de una persona a otra, Cambiar de idea de Aixa de la Cruz se ha convertido en uno de los libros de la temporada. Su lectura viene avalada, entre muchos otros autores, por Juan José Millás, que confesaba que era el último libro que le había impactado. Esta crónica personal sobre el feminismo y la identidad como mujer en el mundo actual ha calado en los lectores gracias a su sinceridad y a explorar las partes más incómodas de la personalidad.Además de escritora, de la Cruz es una lectora empedernida con un gran contacto con la actualidad editorial. Por eso, cuando le pedimos que nos recomendase una serie de libros, eligió algunos de los títulos recientes que más le han seducido. De Cristina Morales, a quien califica de “la mejor escritora de mi generación”, se queda con su Terroristas modernos, mientras que destaca Permafrost, de Eva Baltasar por su capacidad “liberadora”.Entre las recomendaciones de Aixa hay espacio para todos los géneros. Por ejemplo, la novela de terror, como Mandíbula de Mónica Ojeda (“un instant classic”, afirma) o la poesía de Rosa Berbel y su Las niñas siempre dicen la verdad (“directa y elegante”). También para géneros híbridos, con Game Boy de Víctor Parkas, o la recopilación de artículos de Paul B. Preciado de Un apartamento en Urano.
10 libros recientes que tienes que leer, por Aixa de la Cruz
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El mejor libro hasta la fecha de la que probablemente sea la mejor escritora de mi generación. Inteligente, incómodo, cáustico e incisivo. Una de esas novelas que animan el debate pos-lectura durante horas.
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En Permafrost, la voz lo es todo. Una voz lírica e hiriente que te envuelve en imágenes, todas ellas novedosas y efectivas, y que, cuando grita, parece que grita en tu nombre. Liberadora.
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Tardé más de lo debido en llegar a esta novela de terror de Mónica Ojeda que es al mismo tiempo un ensayo sobre el terror, un intento (brillante) por desentrañar los mecanismos del miedo que bebe de fuentes tan diversas como Lovecraft y las slashers de adolescentes. Instant classic para los amantes del género.
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Ahora que está de moda atacar a los poetas jóvenes y echarse las manos a la cabeza por los supuestos ultrajes al género que están perpetrando las estrellas de internet, convieneleer este poemario de Rosa Berbel (nacida en 1997) que es todo un ejemplo de poesía sin artificios ni lugares comunes; directa y elegante. Ya les gustaría a muchos de los que señalan.
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Vozdevieja me ha ayudado a recordar mi propia infancia sin esa tendencia a la idealización que imprime el paso del tiempo, y con la voz y el lenguaje precisos, que no son ni simples ni deficientes, sino llenos de ansia.
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¿Hay algo salvable en la masculinidad? Yo digo que los trajes de frak; Víctor Parkas dice que nada. Con esta propuesta híbrida, mitad ficción, mitad no-ficción, me hecarcajeado, he aplaudido y hasta me he metido en líos por recomendarla y difundir sus fragmentos más incendiarios. Aunque sea para disentir, nadie debería perderse la experiencia.
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He leído bastantes libros sobre maternidad estos últimos meses y el de Labari ha despuntado entre ellos por su visceralidad y por el pulso poético de su prosa, por una escritura alo Hèléne Cixous que se revela particularmente apropiada para iluminar los aspectos más complejos de la experiencia de ser madre, como esa disolución identitaria que inspira al mismo tiempo admiración y rechazo.
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Una novela de personajes e historias entrelazadas para explicar un momento histórico al más puro estilo Bolaño, pero con la concisión y la poda que a menudo le faltaban a Bolaño. Adictiva, arriesgada y estructuralmente impecable.
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También invita a la polémica lo último de Paul B. Preciado (como siempre), una recopilación de sus artículos de prensa que trazan sus procesos de tránsito, de Beatriz a Paul, deParís a Grecia, del amor al desamor… Un buen libro para que los no-iniciados se aproximen a su pensamiento y para que los demás, los acólitos, nos sigamos peleando con sus contradicciones y con las nuestras.
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Estas memorias sobre la infancia de la autora en la Sudáfrica del Apartheid y los orígenes de su vocación literaria en el exilio en Inglaterra están narradas con la simplicidad y la falta de afectación que caracterizan a aquello que nos suena a verdad (sea lo que sea). La única pega es que te deja con ganas de más.
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