Diez libros de diez géneros imprescindibles para una biblioteca perfecta
Construir una biblioteca es una tarea tan placentera como, a veces, caótica. Las posibilidades son casi ilimitadas y el espacio (también el presupuesto) son finitos. La mayoría de las veces, son las afinidades las que marcan el rumbo, pero a veces también es necesario cierta disciplina. Una biblioteca que se precie debería ser abierta a todo tipo de géneros, teniendo solo la calidad por bandera. Por esa razón, hoy seleccionamos diez obras que abarcan otras tatas disciplinas que pueden servir como un buen punto de partida para construir los pilares de una colección. Por supuesto hay muchísimos más, pero estos títulos son imprescindibles.
¿Cómo quedarse solo con una novela? Es una tarea imposible, pero hay un pequeño truco: quedarse con una novela-río como En busca del tiempo perdido, una de esas lecturas que exigen al lector tiempo y dedicación, pero cuya altura y deleite están al alcance de muy pocas.
Si se trata de perder la inocencia en cualquier ámbito, este es el libro, de hecho podría titularse: “cómo acabar de una vez por todas con las ilusiones”
El ensayo, un género que tiene en la actualidad un predicamento creciente, no sería el género que es sin obras de grandes pensadores como Michel de Montaigne. Sus Ensayos son uno de esos libros que conviene tener siempre cerca, y que se pueden abrir por cualquier página para recibir un pensamiento luminoso y certero.
Obra cumbre del pensamiento humanista francés del sXVI.
La poesía, un género cada vez más tristemente ignorado, debería tener una buena representación en cualquier colección de libros. En esta ocasión, seleccionamos una antología de Emily Dickinson, como ejemplo de una de esas autoras que abren la puerta a miles de lectores a todo un mundo
Por versos como los del poema 1768: ”Joven ateniense, / sé fiel al misterio. / El resto es perjurio”.
El teatro es otra de esas disciplinas que, a menudo, suele ser dejada de lado en las bibliotecas en favor de otros géneros. Sin embargo, leer teatro es una fuente de placeres inagotable, y uno de los pilares de la tradición literaria. Por esa razón, una obra tan tremendamente original como Esperando a Godot tiene que tener su lugar en nuestra selección.
El lenguaje luchando por volver a nacer, después de toda la intoxicación y la sustracción del sentido de las palabras. Ese subrisus, la sonrisa secreta.
Leer sobre ciencia puede parecer para algunos algo reservado a los ya iniciados o los especialistas, pero hay obras que expanden nuestro universo y amplían nuestra perspectiva. El origen de las especies, de Charles Darwin, es además una obra que literariamente puede ser deleitada por cualquier lector.
Es un libro difícil y largo. El naturalista inglés Charles Darwin desarrolló, sobre todo en las Islas Galápagos, una de las ideas evolutivas más importantes hasta entonces, que contradecía por completo las ideas creacionistas de varias religiones, que lo censuraron. Habría que revisarlo, picotear el índice y ubicar esos momentos casi poéticos en la que el científico nos habla de la evolución, lenta e inevitable, que va ayudando a las especies a sobrevivir. Eso es tan maravilloso, mágico y misterioso como lo pudiera ser la existencia de otras formas de vida. Es indispensable.
Las biografías no solo nos acercan a grandes personalidades de la Historia, sino que a veces son lecturas apasionantes que nos narran peripecias vitales que son tan cautivadoras como la mejor ficción. Uno de esos ejemplos es el María Antonieta de Stephan Zweig, reconstrucción de una personalidad y una época que aúna información histórica y placer literario.
Willy: Una de las mejores biografías que he leído en mi vida, aparte de muy divertida de leer. Yo no conocía bien la historia, aparte de que le cortaron la cabeza, y me ha parecido un personaje increíble.
La Historia atrae a muchos lectores, en especial en su modalidad de novela histórica, pero ahora nos centraremos en un título que sintetiza en poco espacio el placer de leer sobre las acciones y la evolución humana, Breve Historia del mundo, de E. H. Gombrich.
Aunque perteneciente a la narrativa, la ciencia ficción bien merece un lugar propio en nuestra colección. Entre otras obras, Solaris debería tener un lugar en ella, ya que la obra de Stanislaw Lem afronta las grandes preguntas de la humanidad desde una perspectiva aue abrió múltiples caminos a la narrativa.
Es una novela de ciencia ficción de estas que dan un giro impresionante, porque no es la típica novela que tú lees y ya sabes los clichés que van a suceder, sino que te pone a pensar un montón y al final te deja con una especie de crisis de identidad que te hace replantearte toda tu vida, que te revuelca el cerebro por completo.
La literatura sobre música es un género que ha ido engrosando su cuota de seguidores en las últimas décadas, desde biografías hasta ensayos o historias de distintas tradiciones sonoras. Un imprescindible des esa última división es Rastros de carmín, en el que Greil Marcus parte del punk para cartografiar buena parte de la cultura del siglo XX.
Por último, un género que a muchos puede parecerle menor, pero que encierra placeres distintos a los de cualquier otra disciplina. Los libros de correspondencias nos presentan a los autores y autoras de una forma desnuda, sin el artificio ni el trabajo de una prosa revisada, y pueden constituir un testimonio de primera magnitud, como en el caso de las Cartas a Milena de Franz Kafka.