Grandes libros recientes que hay que leer al menos una vez en la vida

Las grandes bibliotecas se suelen edificar sobre títulos clásicos, aquellas obras que han perdurado a lo largo del tiempo y que han marcado a generaciones de lectores y autores, formando parte de un canon. Solo el paso de las décadas nos puede asegurar que un libro sigue siendo igual de influyente y teniendo un efecto perdurable en nuestros corazones y mentes, pero hoy queremos plantearnos qué títulos recientes pueden soportar la prueba del tiempo. Por eso hemos seleccionado unas cuantas obras publicadas en los últimos años que, a nuestro parecer, pueden ser títulos que se incorporen con justicia a las bibliotecas básicas del mañana.
Ganadora del penúltimo premio Herralde, Nuestra parte de noche es un libro tan hermoso como terrorífico, tan profundo como adictivo, y completamente impredecible. Una obra que une historia reciente de Argentina, ritos ocultos y casas encantadas para hablar finalmente de lo que transmitimos de padres a hijos. Otra obra de difícil clasificación es Los errantes, la novela de Olga Tokarczuk que llegó a España justo con su consagración con el Nobel. Una sucesión de historias que se enlazan con maestría y una profundidad que exploran rincones escondidos del corazón humano. A este mismo apartado puede añadirse Recuerdos del futuro, mitad falsas memorias, mitad novela de misterio que reflexiona sobre los límites de realidad y ficción y lo azaroso de nuestra memoria.
Hay otros libros que se han ganado un lugar en las listas de lo mejor de cada año por su capacidad para ensanchar los límites de los géneros, por demostrarnos que no todo está ya hecho y escrito. En Exhalación, Ted Chiang expande los elementos de la ciencia ficción llevándolos a terrenos en lo que lo filosófico y humano exploran nuevas posibilidades. En una posición completamente distinta, El infinito en un junco ha sido un fenómeno editorial inesperado por la manera en la que se articula un ensayo sobre la creación de los libros y las múltiples ramificaciones de un recorrido que rebosa erudición a la vez que fascina al lector. A otro cajón, al de las obras recuperadas que tienen una segunda vida, pertenece Manual para mujeres de la limpieza, los relatos de Lucia Berlin que nos descubrieron una humanidad tan profunda como casi olvidada e hicieron de ella un fenómeno más allá de su muerte.
La literatura española nos ha dado obras que nos han dejado una huella recientemente y que nos hace pensar que su impacto va a perdurar. La familia, las relaciones humanas y las miserias que ocultamos hacen de Lluvia fina un título tan doloroso como iluminador del tejido sentimental de lo que nos une. La honestidad profunda de Cambiar de idea, y su capacidad de exponer zonas incómodas de la propia persona hacen que el libro de Aixa de la Cruz tenga una vigencia más allá de lo actual. Y en Simón, Miqui Otero trama un relato sobre la Barcelona de las últimas décadas que sirve de trasfondo para una historia de transición a la vida adulta y la búsqueda de uno mismo.
Grandes libros recientes que hay que leer al menos una vez en la vida
-
Una novela llamada a convertirse en un clásico escrita por una de las autoras más fascinantes de nuestra lengua. Mariana Enriquez, además de ser perturbadora, es un berbiquí en busca de la inquietante verdad de las cosas. Si en estas fechas tan señaladas usted se la pierde, quizás su familia empiece a evitarle. No se arriesgue…
-
-
El nuevo libro de mi madre es diferente a todo lo que ha escrito antes. Con una narrativa compleja, la novela examina a la artista como una mujer joven desde la perspectiva de su yo mayor.
-
-
En este proceso en el que estamos metidos algunos de intentar sacar el ensayo del baúl mohoso en el que estaba metido, Irene ha hecho un trabajo descomunal que emparenta y pone el ensayo español al nivel del de los ensayistas británicos. Es una barbaridad, y nos ayuda a muchos porque va a tirar mucho del carro.
-
Fragmentos narrativos que narran la supervivencia femenina, llenos de fuerza vital, sordidez y humor.
-
Landero, con su habitual maestría, nos sumerge en un retrato de famila en donde no todo es lo que parece y por donde transitan los rencores no resueltos que van actuando como la llovizna que todo lo empapa.
-
Aixa de la Cruz se desnuda física y emocionalmente, se deconstruye, va arrancándose capas para enfrentar sus propias contradicciones, contradicciones que son también las de toda una generación. Habla la escritora vasca de las veces que se dejó cegar, sin saberlo, por la misoginia, de las veces que cerró los ojos ante la violencia que padecían las mujeres a su alrededor, de las veces que no se dio cuenta de que estaba siendo víctima de ella. Escribe De la Cruz que se trata de “una historia de violencia estructural que se narra como un drama privado”, y quizá sea esa la definición más exacta de Cambiar de idea. Un libro, un artefacto, que nada entre la experiencia personal y el ensayo político. Una bofetada. Un grito.
-
- Ver más contenido