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Héctor Abad Faciolince: libros para mantener viva la memoria

El escritor colombiano presenta ‘Ahora y en la hora’, crónica de un viaje a Ucrania en el que presenció un ataque ruso que acabó con la vida de una escritora ucraniana.

Héctor Abad Faciolince (Foto: Daniela Abad)
Héctor Abad Faciolince (Foto: Daniela Abad)
Guillermo Arenas España /

Ahora y en la hora es el libro que Héctor Abad Faciolince desearía no haber escrito. En él, narra su experiencia en Ucrania, a donde acudió invitado a participar en la Feria del libro de Kiev, desde donde se atrevió a acercarse un poco más a una de las zonas en la que los ejércitos ruso y ucranianos combaten. En Kramatorsk, durante una cena, un misil ruso explotó cerca de donde estaban él y sus acompañantes, incluida la periodista y escritora ucraniana Victoria Amélina. Con ella se había intercambiado el asiento minutos antes, debido a los problemas de audición del escritor colombiano, y a ese lugar, el que ocupó ella, llegaron unos restos de metralla que acabaron con su vida.

Esa experiencia traumática sirve al autor de El olvido que seremos para hablar d ela responsabilidad, del papel del artista, de la escritura contra la desmemoria y de homenaje a esa escritora fallecida que bien podría haber sido él. Hablamos de todo ellos y nos recomienda libros para mantener viva la memoria.

Video: entrevista y libros recomendados de Héctor Abad Faciolince

Héctor Abad Faciolince: entrevista y libros recomendados
Héctor Abad Faciolince

Confiesa Héctor Abad Faciolince que este es un libro que escribió contra sí mismo. “Lo hice contra los impulsos de mi mente muy perturbada, contra mis ganas de pensar en otra cosa, pero lo escribí por obligación y por responsabilidad y por la sensación muy clara de que si yo hubiera muerto ahí y mi colega Victoria Amélina, que escribía y que documentaba crímenes de guerra, hubiera sobrevivido, ella habría tenido la amabilidad de escribir sobre su colega fallecido”, cuenta. “Tal vez me hubiera leído, así como yo me dediqué a leerla a ella. Y tal vez estaría aquí contándote a ti cómo fue que los rusos cometieron ese crimen de guerra en Kramatorsk. Y tal vez lo hubiera documentado y lo hubiera puesto como capítulo final del libro que ella estaba escribiendo, y que salió póstumo, incompleto, con el título de Mirando a las mujeres que miran la guerra”.

Ahora y en la hora

Ahora y en la hora

Héctor Abad Faciolince
ALFAGUARA


Ahora y en la hora es, por tanto, un libro que ha escrito desde la responsabilidad. “Aunque yo no quería, aunque mi cuerpo no quería, aunque las palabras no me salían, la responsabilidad y la obligación de hacerlo estaban ahí”, explica.” Y no quería esperar mucho tiempo a que las cosas se decantaran, porque eso me hubiera obligado a seguir sufriendo mucho tiempo, o a olvidar los detalles que eran necesarios para yo poderlo escribir”.

El viaje a Ucrania

Una pregunta entre las muchas que sé hace el escritor colombiano es la que origina el propio viaje. ¿Por qué aceptar la invitación a un país en guerra, atacado por una potencia mucho mayor? “Acepté ir a la Feria del Libro de Kiev porque habían publicado desde el año de la pandemia, la traducción de El olvido que seremos. Por la pandemia y luego por la invasión rusa no se habían vuelto a celebrar Ferias del Libro, y por primera vez lo hacían. Mis editoras, muy jóvenes, estaban allí, vivían allí, no tenían miedo de estar allí. A mí me dio vergüenza decirles que me daba miedo ir. Para no reconocer mi cobardía y mi miedo, dije, voy”, confiesa.

A esa primera invitación se unió una segunda, la que le llevó más cerca de las hostilidades. “Mi amigo Sergio Jaramillo se había inventado la campaña de latinoamericanos a favor de Ucrania que se llama Aguanta Ucrania, y él se apuntó para presentar juntos la campaña. Hasta ahí no era un viaje insensato. Nuestra amiga Catalina Gómez vivía en Kiev. Lo que pasó es que Catalina y Sergio dijeron: ‘acerquémonos un poco más al frente, porque es importante documentar para nuestra misma campaña de Aguanta Ucrania, cómo se sufre la guerra’.

Victoria Amélina, que no pensaba ir, se unió”, cuenta. “Tal vez el acto imprudente de mi parte fue haber aceptado esa segunda invitación de hacer un viaje dentro del viaje, a una zona más de peligro, cuando mi familia no quería para nada que yo fuera ni siquiera la primera parte. Pero no parecía tampoco un viaje tan peligroso”.

“Yo acepté por insensato, porque hago las cosas impulsivamente”, añade. “Porque estoy viejo y estaba medio aburrido y medio sordo, había perdido el olfato y el gusto. Decía, bueno, que pase lo que pase. Pero luego sí sentí la responsabilidad de contarlo. No creo que los libros o la literatura puedan cambiar el mundo pero, así como los propagandistas de la mentira y de la desinformación trabajan difundiendo falsedades, sí siento que nosotros tenemos el deber, como artistas, de inocular las vacunas de verdades que nos defiendan del virus de la mentira y de la desinformación. Que nos documentemos bien, que estudiemos bien la historia de un país, que contemos cómo son los crímenes de guerra. En este caso, un crimen de guerra que yo pude presenciar y padecer casi en carne propia”.

Escribir para mantener la memoria y la esperanza

La escritura de este libro ha sido, como explica Abad Faciolince, dolorosa, pero también deja un rastro de esperanza. “Curiosamente, yo emprendí ese viaje con mucha desesperanza, con mucho desengaño, casi que resignado, y lo que presencié debería subrayar aún más la desesperanza, la rabia, la sensación de sinsentido”, cuenta su autor. “Mientras escribía el libro, no sentía ninguna sanación, ninguna cura, me sentía muy deprimido, pero después de haberlo hecho, siento que cumplí con el deber que tenía, que era el de contarlo. Cuando uno lucha por los valores en los que cree, por la verdad, por la libertad, por la democracia, por la protesta contra la violencia y contra la guerra, te ocurren cosas después que confirman que la vida sigue”.

“A mí me había afectado mucho que en ese atentado hubiera quedado herido un bebé de ocho meses con el cráneo reventado y que hubieran muerto dos gemelas de catorce años frente a su padre”, prosigue. “Me pasó algo muy curioso al entregar este libro y fue que, durante su escritura, mi hija quedó embarazada de mellizos, sufrieron mucho al nacer pero sobrevivieron. Es como si la vida me indicara que, con todo el dolor que me causó la muerte de esas gemelas, no tengo que estar dedicado siempre solo a recordar el horror de esa injusticia, sino que la vida sigue y que cumplí con mi deber de contar el horror cometido por Rusia en Ucrania. Pero me puedo permitir, pido perdón por permitirme, cierta alegría y cierta esperanza hacia el futuro”.

Héctor Abad Faciolince: libros para mantener viva la memoria

  • El viento sopla donde quiere

    El viento sopla donde quiere

    Jonás Trueba

    Athenaica Ediciones

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    En este momento tengo en mi mesita de noche un libro recién publicado, que se llama El viento sopla donde quiere, de Jonás Trueba. Y por lo que he leído, no es solo un libro sobre cine, sobre películas que se han visto, sobre directores que se admiran, sino un libro de reflexiones a partir de películas que se ven, de reflexiones sobre la vida, sobre nuestra manera de juzgar a los demás, y no solo las películas de los demás, sino la manera de ser con los otros. Es un libro que me está encantando y lo recomiendo.

  • Todo Fluye

    Todo Fluye

    Vasili Grossman

    DEBOLSILLO

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    Para escribir Ahora y en la hora leí muchos libros de un gran escritor judío que escribía en ruso, pero que había nacido en Ucrania, que es Vasili Grossman, traducido por una gran traductora que es Marta Rebón. El libro Todo fluye, publicado por Galaxia Gutenberg, es la última novela que escribió, y me encantó. No creo que sea una novela perfecta, es una novela muy imperfecta, pero es un libro potentísimo. Y si uno quiere leer cómo fue la gran hambruna que hubo en Ucrania, el exterminio por hambre que hizo Stalin en Ucrania, en este libro está descrito maravillosamente. Y también el exterminio de los judíos de Ucrania, está presente en los libros de Vasili Grossman, en este y en otros.

  • Tierras de sangre

    Tierras de sangre

    Timothy Snyder

    Galaxia Gutenberg, S.L.

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    También para escribir Ahora y en la Hora, leí dos libros de ensayos fundamentales, de un inglés y de un norteamericano. El norteamericano es Timothy Snyder, que escribió un libro que se llama Tierras de Sangre, que es fundamental para entender la historia de Europa central, sobre todo de Ucrania, pero también de Bielorrusia, de los países alrededor de Polonia oriental, donde desde hace siglos, pero en particular en el siglo XX, se cometieron masacres de un tamaño que no conocemos.

  • Calle Este-Oeste

    Calle Este-Oeste

    Philippe Sands

    Editorial Anagrama

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    Empieza con una historia familiar y personal de judíos ucranianos, cuenta la historia de este país, las dificultades de los pueblos, de las lenguas y de los habitantes de estas tierras de sangre.



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