La novela negra que surgió del frío, por Ragnar Jonasson

Islandia es un país que asociamos con una naturaleza apabullante, una escasísima densidad de población y la capacidad de hacer frente a un gobierno corrupto, pero que no nos evoca una relación directa con el crimen. Hasta ahora. Después del auge de la novela negra sueca y noruega, con autores súperventas como Jo Nesbo o Camilla Lackberg, Islandia es ahora también el escenario de una escena de literatura de crímenes, con Ragnar Jónasson a la cabeza.
La sombra del miedo es la primera entrega de la serie Islandia Negra publicada en castellano, una propuesta que nos lleva a Siglufjördur, un remoto pueblecito del país en el que su protagonista Ari Thór, llega desde la capital para incorporarse al cuerpo de policía. Antiguo estudiante de teología, el conflicto interno del personaje es el origen de la novela. “Para resolver crímenes tenía que ser policía, pero también quería que fuese otra cosa, que tuviese un pasado, una vida de contrastes”, explica Jonasson a Librotea. “Cuando perdió a sus padres también pierde su fe. Siente que la vida está siendo muy injusta con él. También tiene problemas para relacionarse, tiene pocos amigos, tiene una novia pero sus personalidades son muy distintas, así que tienen problemas. Por eso cuando consigue el trabajo de policía, pese a que su novia no quiere que se vaya de la ciudad, él lo acepta. No quiere seguir dejando cosas a medias”, cuenta.

Jónasson conoce bien Siglufjördur. “Mi padre creció allí hasta los 16 años, y mis abuelos vivieron allí siempre”, cuenta. “Es un lugar maravilloso, muy pacífico, pero también muy aislado, lo que le hace perfecto para una novela negra”. El entorno es una de las claves de La sombra del miedo, pero hay otros elementos que, a su juicio, son igualmente importantes para crear una buena novela negra. “Una buena trama, por supuesto, y un final sorprendente, que ponga todo el libro patas arriba y lo veas todo de una manera nueva”, apunta. Y, por supuesto, los personajes. “Tienes que conseguir que el lector tenga simpatía por ellos, que los entiendas, ya sean buenos o malos. Que entiendas incluso a los criminales, que aunque no entiendas lo que han hecho entiendas por qué lo han hecho”.
Abogado de profesión, Jónasson llegó a la novela negra a través de uno de sus nombres clásicos. “Leí mi primer libro de Agatha Christie cuando tenía unos 11 años. Después de eso empecé a leer más y más, iba con mi padre a la biblioteca nacional de Islandia para leer los que no encontraba en librerías”, recuerda. “Algunos de sus libros no estaban traducidos al islandés, y cuando tuve un verano libre a los 17 años fui a ver a los editores de Agatha Christie en Islandia para preguntarles si necesitaban un traductor. Pensaba que me dirían que no, pero fue muy amable y e dijo que lo intentase. Escogí el más breve que pude encontrar, y desde entonces traduje un libro cada verano durante 15 años”.
No extraña, por tanto, que la escritora británica, sea una de las favoritas de Jónasson, pero entre sus preferencias hay muchas otras obras en torno al género que practica.
La novela negra que surgió del frío, por Ragnar Jonasson
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De pequeño, leía novelas de aventuras. Enid Blyton. Eran muy populares cuando yo era niño, y en realidad son un poco como novelas negras infantiles. Leí muchos de sus libros.
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Un clásico de la famosa dama del crimen, narrado con sorprendente originalidad. No digo más porque, si no la has leído aún, es mejor que no sepas nada.
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Después de Agatha Christie, me interesé por muchos autores de esa época. P. D. James era un poco como la reina del crimen después de Christie. Sus libros son fantásticos, para mí es una de las mejores escritoras de novela negra.
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Nuestro premio Nobel, yo diría que el mejor escritor de la historia de Islandia, y sin duda el más famoso.
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Una gran escritora, y este es uno de sus mejores libros.
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