Libros fascinantes para descubrir el mundo, por Darko Perić ('La casa de papel')

Con Darko Perić no hay que fiarse de las primeras impresiones. Al igual que con su personaje en la archiconocida serie La casa de papel, su aspecto rudo esconde muchas más cosas. Su biografía, también. De vivir la guerra en la antigua Yugoslavia pasó a estudiar veterinaria en Rumanía en los 90, vivir la escena punk en Berlín en los 2000 y comenzar una carrera actoral en España que le ha llevado a participar en series como Crematorio o Mar de plástico, hasta ese estallido que la serie de Netflix sobre una banda de atracadores se ha convertido en un fenómeno global.
“Yo hablo mucho, no soy como el personaje de la serie”, nos explica Perić desde su casa de Barcelona. Antes de que comenzase el confinamiento había acabado de grabar una nueva versión de una canción llena de significado, Bella ciao. “Es archifamosa en todo el mundo, y mucha gente la conoce gracias a La casa de papel. Forma parte de la conciencia colectiva, está asociada a la serie, pero para mí eso no es Bella ciao”, relata. “Es una canción que conozco desde que era un crío en Yugoslavia, todas las canciones que se cantaban en Italia se traducían al serbocroata. Yo vengo del mundo punk, underground, y cuando nos dijeron en la serie que la íbamos a cantar dije 'guau'. Pero después pasó lo que yo llamo mickymousalización de los símbolos, como con el Che Guevara, o los Ramones... De repente, cuando estuvimos promocionando la serie en Brasil escuché una versión de funk brasileño con una letra supermachista... Yo flipé”.
Esos años en la escena musical underground le llevaron a querer devolver el significado de resistencia de la canción original con una versión que se aleja mucho de los cánones. “Es una versión muy distinta, no es lo que te esperas”, confirma. “Cada estrofa es un tipo de música, y yo canto casi cada estrofa de otra manera. Imagínate al fan de La casa de papel de Brasil, que para él yo soy Helsinki, cuando la escuche”.
Otra aspecto desconocido quizás para los fans de La casa de papel es su pasión por los libros. “Es algo que me viene de mi tío, mis padres no leían mucho pero mi tío tenía más de mil libros”, recuerda. “Muchas veces me ha pasado encontrarme libros por la calle y no tengo ningún problema en acercarme y recogerlos. Como casi todo el mundo, pierdo mucho tiempo con trivialidades, con redes sociales y cosas así, cuando tengo 500 o 600 libros en casa y siempre pienso tengo que leerlos. Tengo la estantería en el pasillo, y siempre que paso pienso en eso. Fíjate que los japoneses tienen una palabra para designar el ritual de comprarte un libro, dejarlo en la estantería y decir: 'me lo tengo que leer'. De entre los que sí ha leído, selecciona unos cuantos títulos que le han marcado en distintas etapas de su vida.
Libros fascinantes para descubrir el mundo, por Darko Perić ('La casa de papel')
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Una inquietante obra maestra bajo la supervisión del Gran Hermano.
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O 'América'. Cuando era veinteañero me veía incapaz de entrar en la sociedad, o no quería, no sé. En esos libros me vi perfectamente reflejado. Este jaleo absurdo que tenéis montado... Qué bien lo describe. Lástima que estos dos sí los regalé.
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Despelote en inframundos mercantiles fronterizos donde el cuerpo nombra otros umbrales.
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Las puertas de la percepci¢n
Aldous Huxley
Editora y Distribuidora Hispano Americana, S.A.
Huxley para mí es uno de los grandes.
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Chuck en su mejor momento. Ácido y directo, corrosivo y escandaloso como un puñetazo brutal e inesperado en el estómago.
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Es una historia real de un psiquiatra y su paciente. A través de la regresión llegan a un sitio que no esperaban.
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La biología de la creencia (Edición 10º Aniversario)
Bruce H. Lipton
LA ESFERA DE LOS LIBROS, S.L.
Un libro más controvertido, según quién te hable de él, pero que explica muy bien qué es la epigenética. Lo botones que se conectan para determinar algo, y que la epigenética te explica que ese gen, si no se conecta, no tienes por qué materializarse en ti.
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El baloncesto siempre me ha gustado, para mí es un deporte un poco distinto porque se necesita mucha precisión. Ahora que está de moda la serie El último baile, el entrenador de los Bulls, y luego de los Lakers, Phil Jackson, también es muy espiritual. Con su filosofía zen, me flipa. En el mundo cultural también hay ego, pero en el deporte se ve mucho más, y encontrar a un tipo como este no es muy común.
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