Libros contados en primera persona que impactan
Una selección de obras que nos habla de la tragedia o el trauma basados en las vivencias de los propios autores.

A veces, la ficción no es necesaria para contar una historia. Hay ciertas vivencias, a menudo dramáticas, que cuando les llegan a un escritor la única manera posible de narrarlas es despojándolas de todo artificio, porque eso podría desvirtuar lo vivido. Más allá de la autoficción, hay situaciones que marcan el curso de una vida y que a nosotros, los lectores y lectoras, son capaces de conmovernos por lo que tienen de humano. Hoy hablamos de libros impactantes contados en primera persona.
Libros sobre la enfermedad y el trauma
Un título reciente que trata sobre una historia real y traumática es El nombre del padre, de Vanessa Springora. En él, la autora francesa relata el descubrimiento del pasado familiar que incluye a un abuelo nazi, tras haber publicado otro libro tan traumático como El consentimiento, sobre una relación abusiva cuando ella era una adolescente.

Mientras estaba de vacaciones en Roma, el escritor británico Hanif Kureishi sufrió un desvanecimiento. Poco más tarde, los médicos le comunicaron que había quedado tetrapléjico. Una noticia tan devastadora como esa no impidió al autor dictar A pedazos, crónica de su vida desde entonces pero también reflexión sobre el oficio de escritor y sobre sus recuerdos de infancia. Uno de esos libros que remueven al lector por dentro.

En el caso de Kate Millett, no es la enfermedad física sino la mental, o más concretamente lo que sus familiares consideraban como enfermedad, lo que muestra en su Viaje al manicomio. En ella, la escritora y activista narra su experiencia como paciente de síndrome bipolar y la manera en la que son tratados los pacientes de enfermedades mentales, tanto por las instituciones como por sus entornos más cercanos.

Otros autores han plasmado también en las páginas otras experiencias traumáticas, de esas que cambian el rumbo de una vida. Uno de los ejemplos más claros es el de Philippe Lançon en El colgajo, crónica de cómo el autor francés fue uno de los supervivientes del ataque terrorista a la redacción de la revista satírica Charlie Hebdo, pero a un alto precio: las operaciones a las que tuvo que ser sometido tras recibir impactos de metralla en su rostro, así como las consecuencias psicológicas de sufrir ese atentado, son narradas con detenimiento y profundidad psicológica.

A veces, las situaciones traumáticas no se reconocen como tales hasta pasado un tiempo. En Despojos, Rachel Cusk nos habla de su divorcio, y de cómo reconstruir una vida que pensaba que sería para siempre de una misma forma.

Por último, hay escritores que se ven inmersos en el torbellino de la historia, el totalitarismo y la injusticia. El autor chino Tahir Hamut Izgil nos narra en Vendrán a detenerme a media noche la persecución que ha sufrido el pueblo uigur en la región de Xinjiang, y que él mismo sufrió al ser encarcelado y torturado durante tres años.
