EL RECOMENDADOR DE LIBROS

Logo El Diario
Logo Librotea
Estanterías

Libros que tienen el poder de salvarnos, recomendados por Jordi Évole

Libros que tienen el poder de salvarnos, recomendados por Jordi Évole
Libros que tienen el poder de salvarnos, recomendados por Jordi Évole
Librotea España /

El relato de Confinados, el libro con el que Jordi Évole y el equipo que hace posible Lo de Évole relatancómo se puede hacer un programa de televisión en pleno estado de alarma, comienza justo cuando el periodista comienza a ser consciente de la magnitud de lo que se nos venía encima. La casualidad ha querido que, justo cuando el libro ha visto la luz, estemos ante un peligroso déjà vu. En la víspera de un semiconfinamiento en Cataluña, momento en el que se realiza esta entrevista, Évole confiesa que, como muchos otros ciudadanos, echará de menos los bares, pero también otras cosas. “Algo que igual para mucha gente no tiene mucha importancia pero para mí sí: las competiciones deportivas amateur”, explica. “Una de las cosas que más me gusta hacer en fin de semana es ir a ver a mi hijo jugar al fútbol en uno de estos campos de tercera o cuarta división”.

Confinados

Confinados

Jordi Évole

Editorial Planeta

Comillas Logo


Efectivamente, como le explica Juan José Millás en uno de los muchos testimonios que pueblan Confinados, la normalidad es un invento portentoso. “Cuando la tienes no la aprecias”, confirma Évole. “Forma parte de nuestro día a día tener un bar abierto, poder ver jugar a tu hijo y, ahora, estamos a las puertas de perderlo”.

En ese sentido, este libro puede leerse como una lucha por conservar la normalidad, o lo que quede de ella, en contra de las circunstancias. “Continuar en ese momento era muy importante, sin saber si lo íbamos a lograr”, recuerda Évole. “Nosotros hacemos un programa muy cuidado, seleccionando muy bien a los invitados, las localizaciones, las tramas que planteamos... Tiene una aspiración de convertir cada programa en una especie de documental. De repente, tuvimos que abandonar todas esas aspiraciones y optar por otro tipo de formato que no renunciase al contenido, porque los invitados estaban muy por la labor de reflexionar, pero que no iba acompañado por la forma. La imagen que te da una webcam no es lo más bonito del mundo”.

En Confinados asistimos a la creación del programa en esos momentos, su intrahistoria, y a los testimonios que van dejando en él una serie de invitados que van desde grandes nombres de la cultura o la política hasta personas anónimas que viven la pandemia desde primera línea de acción. Del Papa Francisco a Ana, una cuidadora de ancianos. “Lo que unía a todos los invitados que tuvimos eran las ganas de reflexionar en un momento como el que vivíamos. No hablabas con una cantante o un cineasta y te contaba cosas de su último disco o su película, sino de lo que nos estaba pasando, reflexionaban sobre una situación tan extraordinaria. Y, en este caso, las personas anónimas sí que te hablaban de su trabajo, porque en ese momento era imprescindible. Había un cambio de roles. Las personas anónimas estaban en primera línea, eran esenciales para que nuestras vidas, dentro del tsunami que estábamos padeciendo, se resintiese lo menos posible”.

Dentro de toda esa serie de entrevistas, Évole recuerda el impacto que le produjo una en particular, por aportarle una visión que hasta entonces no había tenido en cuenta. “Fue una de las primera entrevistas que hicimos. Todos seguíamos yendo al supermercado y estábamos abastecidos, tenías tus cervecitas y tu papel higiénico, que se convirtió en objeto de deseo, pero igual no pensábamos mucho en quién hacía que todas esas cosas llegasen hasta allí. Recuerdo el día que hablamos con Oti, la camionera, y cuando ella nos narra que no tienen ningún área de servicio abierta, que no se puede duchar ni comer caliente... buf, fue un shock muy bestia. Recuerdo que esa llamada nos dejó a todo el equipo, a cada uno en su casa, hechos polvo”.

Otro de los testimonios que recoge Confinados y que deja huella es el de Rosa María Sardà, entrevistada poco antes de su fallecimiento. “No vamos a salir mejores de esta crisis”, le explicaba a Évole, un vaticinio que, meses después, parece muy cierto. “Tuvimos una especie de subidón el primer y segundo fin de semana, porque los que no lo estábamos sufriendo la situación en primera persona teníamos una sensación de estar como en unas convivencias de final de curso”, reflexiona. “Esa especie de comunión que hubo en los primeros días nos hizo pensar que, si bien no iba a ser eterna, se iba a mantener un poco en el tiempo. Pero eso no es así, todos los buenos deseos que tuvimos durante esos días, que cristalizaban en el aplauso de las ocho de la tarde, se ha demostrado al cabo de no mucho que han quedado olvidados. No deja de ser la repetición de otras crisis que hemos tenido que, en determinados momentos, pensábamos que íbamos a cambiar el mundo a raíz de esa situación, como el 15-M. Luego la realidad, o los que controlan el cotarro, consiguen que todas las aguas vuelvan a su cauce, y no nos organizamos como nos hubiese gustado organizarnos”.

Entonces, ¿no hemos aprendido nada de esta situación? “Yo me conformo con que hayamos aprendido a valorar a según qué trabajadores y trabajadoras”, explica Évole. “Cuando ahora vamos a un centro de salud y tenemos en cuenta el trabajo de un auxiliar de enfermería, de un médico, de un celador, o cuando vamos al súper y saludamos y miramos a la cara al cajero o la cajera... Son gente que en esos días tan aciagos nos permitieron seguir viviendo con una cierta normalidad. No lo olvidemos porque siguen ahí, siguen teniendo trabajos precarios, sueldos precarios... Como mínimo que cuenten con nuestra complicidad. Es lo mínimo que podemos darles”.

De igual forma, también destaca que “la cultura ha sido una de las cosas que nos ha salvado en esta pandemia”. “Y hablo de gente de todas las ideologías. A todo el mundo le ha salvado una de esas tardes monótonas y lentas un libro, una serie, un disco, una película... Que ahora dejemos la cultura en la estacada sería muy perjudicial para la sociedad. Todo eso lo vamos a seguir necesitando. La cultura no deja de tener una parte de industria que necesita ser cuidada. Necesitamos cuidar a nuestros cines, nuestros teatros, nuestro sector editorial, musical.. Tengámoslo presente, porque si no va a ser algo que vamos a echar mucho de menos”.

Durante toda esta época, Jordi Évole confiesa haber leído menos de lo que imaginaba. Cuando empezó pensaba: 'Voy a poder acabar ese libro que empecé, leer este otro...', pero al final he leído relativamente poco. No sé si no he encontrado el tiempo o la concentración, pero ha sido así”. Aún así, nos deja unas cuantas recomendaciones que, como otras manifestaciones culturales, están aquí para salvarnos.

Libros que tienen el poder de salvarnos, recomendados por Jordi Évole

  • Los asquerosos

    Los asquerosos

    Santiago Lorenzo

    Blackie Books

    Comillas Logo

    ¿Eres un «mochufa»?Imagínate que un autor critica las clases medias, mejor aún, las clases bajas que aspiran a ser medias porque quieren llegar a altas.Imagínatelo. No dejes de imaginar porque esta es al menos la sensación que yo tuve al cerrar “Los asquerosos”.Es Santiago Lorenzo un autor inteligente que crea en esta narración un micro mundo posible, Zarzahuriel. Y ahí, es ese conseguir que el lector acabe convencido de que puede habitar en la utopía, radica la grandeza de esta obra. Podría habitar en la prosa originalísima del autor, podría habitar en la riqueza de neologismos, ¿Eres un mochufa?, podría habitar en ese antagonismo perfectamente ensamblado de sus dos protagonistas, que cuando uno crece el otro encoge, que cuando uno encoge el otro crece, podría habitar su grandeza en cada carcajada que arranca al lector. Ese humor tan fresco y a su vez tan educado, tan difícil hacerlo, tan difícil hacerlo bien.La grandeza, te contaba, está en que tu cierras el libro pensado que puedes ser el próximo Manuel, quien de desprende de lo material, primero por obligación y luego por devoción. Cuando no se tiene nada todo sobra.Y no cuento más porque no me la gana. Si quieres saber si eres mochufa lee Los asquerosos.¿Será que todos somos «mochufas»?

  • Ordesa (edición especial 5.º aniversario)

    Ordesa (edición especial 5.º aniversario)

    Manuel Vilas

    ALFAGUARA

    Comillas Logo

    'Ordesa' no tiene planteamiento. 'Ordesa' no tiene desenlace… 'Ordesa' es nudo.Nudo…El de tu garganta lectora, que queda un poco más abajo que tu garganta humana… Más cerca del corazón…'Ordesa' para mí, debo aclarar, es algo más que un libro. Vilas me lleva a lo que yo viví, es lo que tiene compartir con él el pueblo de nuestra infancia. En su libro habitan seres y lugares comunes que quise y quiero. Y esto, que en un principio puede parecer una ventaja para Manuel Vilas, es en mi caso un hándicap. ¿Y si el Barbastro que me muestra no es el Barbastro de mi infancia? Pero Vilas es un gran escritor, por supuesto. Vilas sabe lo que hace cuando nombra nuestros sitios comunes. Sabe poner cada palabra en su sitio para que yo sonría. Digo yo, sin ser 'Ordesa' para mí, pero con algo en sus páginas que me pertenece. Que nos pertenece a todos nosotros.Porque 'Ordesa' no es Barbastro. Ordesa no es el Valle de Ordesa. 'Ordesa' ni siquiera es solamente 'Ordesa'. Es algo más. La novela es una confesión tardía de alguien que puede ser Manuel, o Rita, o quizá tú. Es un acercamiento a la muerte ajena. A esa muerte que duele. A esa muerte que te desgarra por dentro y no sabes bien cuando va a sanar su herida. Tal vez no sane.Vilas sana su herida con el desahogo. Muestra su obra, para mí la mejor de este autor, la relación con sus padres, vista por los ojos de un niño que hoy es adulto. Muestra también su relación con sus hijos, vista por los ojos de un padre que un día fue hijo. Y no necesita gesticular ni hacer ademanes descontrolados para llamar la atención del lector. No hay excesos en Ordesa, solo hay sencillez. Palabras naturales para contar algo natural. No hay prosa rebuscada ni párrafos estudiados en exceso. 'Ordesa' busca contarnos una parte de nosotros mismos. De nuestras relaciones familiares, nuestras revueltas infantiles y nuestros viajes a la playa. 'Ordesa' escarba sin dolor. Destapa. Sí. Eso es. Esa es la palabra. 'Ordesa' destapa una parte de ti, de mí, de nuestros padres y de nuestra España. Entrar en 'Ordesa', Valle o Libro, es reflexión. Os invito a meditar. Conocerse un poquito mejor a sí mismo nunca está de más. Os invito, como cada semana, a leer. Se llama 'Ordesa', se llama Manuel Vilas. Leedle. Sin más…

  • Las ocho montañas

    Las ocho montañas

    Paolo Cognetti

    Random House

    Comillas Logo

    No se me ocurre mejor recomendación para esta feria del libro, para este verano y los tiempos por vivir que esta novela alpina, unánime y rotunda que toca un doble tema ancestral: la relación entre padre e hijo y la amistad en el tiempo entre dos varones. Ha alcanzado el estatus de fenómeno literario europeo. Ganadora del Premio Strega en Italia y el Médicis a la mejor novela extranjera publicada en Francia, esta entrañable historia sobre la amistad entre un chico de ciudad y otro que vive en las montañas cuidando el ganado, ha conquistado el corazón de cientos de miles de lectores allí donde se ha publicado. 

  • También esto pasará

    También esto pasará

    Milena Busquets

    Editorial Anagrama

    Comillas Logo

    Me hizo pensar en lo que nos pasa cuando nuestros padres, en este caso madre, dejan de estar en el mundo. Cómo el desarraigo te trae de vuelta lo que pensabas que ya no estaba.

Tags relacionados
  1. libros