Los cataclismos literarios que han marcado a Siri Hustvedt

Siri Hustvedt recuerda con claridad el libro que le cambió la vida. A los 11 años, un pequeño volumen de poemas escogidos de Emily Dicksinson, regalo de su madre, se convirtió en lo que ella denomina “un cataclismo”. “No estaba muy segura de qué querían decir muchos de esos poemas, y ahora no podría citarlos, pero los leí una y otra vez y fue un despertar dentro de mí, nunca lo olvidaré”, asegura. “Todavía leo a Emily Dickinson cada semana”.
A ese primer cataclismo siguieron otros, en esta ocasión en forma de novelas. “David Copperfield, Jane Eyre...”, enumera. “Otra novela muy compleja que, a los trece años, no comprendía del todo, pero el impacto emocional fue enorme”. Pero la narrativa no ha sido, ni mucho menos, la única de las influencias de la escritora estadounidense. “A veces los filósofos te dejan con la boca abierta”, explica. Ella destaca a dos: Maurice Merleau-Ponty y Kierkegaard. “Creo que todos los autores que me gustan, como los que he mencionado aquí, no tienen fin”, concluye.
Los cataclismos literarios que han marcado a Siri Hustvedt
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Por versos como los del poema 1768: ”Joven ateniense, / sé fiel al misterio. / El resto es perjurio”.
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Novela de formación por excelencia, Dickens en estado de gracia.
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La novela perfecta para leer en los años problemáticos de la adolescencia y hacerte sentir todavía peor. Un relato oscuro y lleno de odio que te deja muy decepcionado con la condición humana. Aún así, eternamente enamorada de Heathcliff.
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Nunca he dejado de pensar en Kierkegaard, vuelvo a él desde que tenía 15 años, y me vuelve loca pero también le adoro, y la complejidad y las ironías de su trabajo son tales que no tiene fin. Creo que todos los autores que me gustan, los que he mencionado aquí, no tienen fin.
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