Los libros con los que se inspira Marlango
La literatura es casi tan fundamental para el dúo como la música.

Las canciones de Marlango son un chute de nostalgia, un viaje del que no se sale indemne. El dúo vuelve a la carga con Technicolor, un disco compuesto por un puñado de temas que suenan como las películas en blanco y negro, un conjunto de canciones que parecen sacados de la banda sonora de una película de Tornatore. Marlango son Alejandro Pelayo y Leonor Watling, dos músicos para los que el cine, pero también la literatura son fundamentales. Las novelas, los relatos, la poesía, la forma de contar se nota en la forma cantar del grupo, que hoy recopila para Librotea algunos de sus libros favoritos. Un conjunto de títulos que ayudan a entender cómo se ve la vida en Technicolor.Dice Alejandro Pelayo que Moby Dick, el clásico de Melville, es la novela a la que siempre vuelve. Puede tener varios libros comenzados a la vez, pero la ballena blanca es fija en su mesita de noche. El músico es amigo y admirador de Ray Loriga, y asegura que cuando compone le gustaría conseguir un efecto similar al que logra Loriga con sus novelas. También se mira en el espejo de William Saroyan, Pelayo cita La comedia humana como uno de esos libros que le sirven de ayuda cuando se sienta al piano. También son fuente de inspiración El mismo sitio, las mismas cosas, de Tim Gautreaux, y La conciencia de Zeno, de Italo Svevo.Leonor Watling es la otra mitad de Marlango. La artista confiesa aquí dos debilidades: Nueva York y la poesía. Watling disfruta con los cuentos de Dorothy Parker, con sus diálogos, su habilidad para mirar y dibujar personajes. Parker fue una gran cronista de la vida neoyorquina, otro gran retratista de la ciudad de los rascacielos es Paul Auster. Y entre los predilectos de la actriz y cantante también está el Cuaderno de Nueva York, donde la voz de José Hierro se alza por encima de los rascacielos. Leonor Watling también admira la poesía de Ángel González y la capacidad que tiene Haruki Murakami para construir universos fantásticos. Del autor japonés cita Kafka en la orilla, del poeta se queda con los versos de Palabra sobre Palabra.
Los libros con los que se inspira Marlango
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Siempre lo estoy leyendo, podría decir que es mi libro favorito. Siempre lo tengo y me acompaña. Siempre leo otra cosa pero siempre vuelvo a él y lo leo un rato.Otros libros los empiezo y no los termino, pero Moby Dick siempre está a la par de otras cosas que esté leyendo. (Alejanfro Pelayo)
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Es un autor que me gusta mucho. Tiene un tempo y una manera y una voz que se parece mucho a lo que a mí me gustaría conseguir cuando me siento a tocar el piano hay una soledad bien entendida y una desolación que es muy inspiradora… No sé explicarlo con palabras, pero me sirve mucho a nivel musical. (Alejandro Pelayo)
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Me ha encantado por varias razones. Me recuerda no sé muy bien porqué, tal vez por la primera persona y por el momento ese de de descubrimiento y de tránsito de la infancia a la juventud… Creo que hay algo de El Guardián entre el centeno, hay algo generacional. Lo voy a volver a leer cuando pase un rato porque me ha dejado mucha música por el camino y es algo que quiero agradecerle con más tiempo. Voy haciendo mucha publicidad de este libro que yo he descubierto ahora pero que es como un medio clásico ya. (Alejandro Pelayo)
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Un libro de un amigo. Creo que es lo mejor que ha escrito pero no quiero ser yo el que lo diga porque en febrero saca nuevo libro, estoy deseando que llegue y seguramente me gustará más. Y esto no lo digo porque sea amigo, sino porque la manera en la que entiende cómo se ha de contar una historia, cómo se ubican los personajes, y el tiempo que requiere contarla y el tempo… Todo eso es extremadamente musical y yo lo leo y lo releo y trato de traducirlo frente al piano. Es un alimento de alguien que tengo cerca y a quien admiro y quiero mucho. Ojalá de alguna manera la música que hacemos, lo que intento buscar con el piano, se parezca un poco a lo que cuenta Ray Loriga en esta novela. (Alejandro Pelayo)
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La capacidad de hacerte entrar en atmósferas, apartamentos, vidas enteras con diálogos donde lo que dicen no es lo que está pasando. La capacidad de síntesis. La compasión con las personas que retrata. (Leonor Watling)
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Es mi favorito hasta ahora de Murakami. Es como viajar a un mundo paralelo que reconoces. Y sus referencias musicales me encantan. (Leonor Watling)
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Porque cuando alguien disfruta de escribir, el que lo lee lo nota y disfruta también. Cómo cuenta el desconcierto de vivir, convirtiendo cosas cotidianas en mágicas. (Leonor Watling)
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La compasión y el humor. Desde dónde mira la vida y a sí mismo. (Leonor Watling)
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La voz. Su voz. La belleza de la derrota. Cómo juega con las palabras. (Leonor Watling)
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