Novelas negras que rompen tópicos, recomendadas por Lorenzo Silva y Noemí Trujillo
La pareja nos habla de 'La innombrable', la nueva novela de la serie de la detective Manuela Mauri.

Manuela Mauri, la inspectora creada por Lorenzo Silva y Noemí Trujillo, llega a su tercera novela en peor estado que nunca. En La innombrable la salud la pone en guardia, a la vez que se enfrenta a un caso de prostitución de menores. Una inmersión, como viene siendo habitual en la serie escrita por la pareja, en los rincones oscuros de la sociedad actual. Hablamos con ellos sobre el papel del género para radiografiar las fallas de nuestro sistema y nos dejan recomendaciones de novelas negras que rompen tópicos.
Video: entrevista con Lorenzo Silva y Noemí Trujillo

“Para nosotros, en la serie de Manuela Mauri es importante acercarnos a la realidad”, explica Lorenzo Silva. “Eso nos obliga a mirar en esas grietas, en esas fisuras de la sociedad que, lamentablemente, en algún caso son persistentes y que se mantienen aunque pueda cambiar la tipología”. Si en Si esto es una mujer, la primera novela protagonizada por Mauri, esa mirada les llevó a la prostitución, en La innombrable vuelven a él, pero “desde un ángulo completamente distinto, el de la explotación sexual de menores”.

“En el primer libro de la serie, ya sembramos la pregunta que recogemos aquí: ¿por qué como sociedad somos tan tolerantes con el tema de la prostitución?”, apunta Noemí Trujillo. “Parece que sigue siendo un tabú, un tema incómodo, un tema que no queremos abordar. Es una pregunta que retomamos. Es un problema que tenemos en nuestra sociedad y, sin embargo, nos cuesta muchísimo hablar de ello y los políticos parecen estar preocupados por otros temas. Para que nos hagamos una idea, España es un país en el que hay 800 burdeles y 770 centros hospitalarios”.
Novela negra para desnudar la sociedad
Las de Silva y Trujillo se adhieren, por tanto, a ese tipo de novela negra que pone un espejo en aquellas áreas de la sociedad a las que evitamos mirar. “Decía Ramón Sender, el novelista español del siglo XX, que una de las funciones del novelista era señalar el mal”, señala Silva. “La ficción literaria con frecuencia señala el mal. Lo puede hacer de una manera que, a la vez, es más amena quizá que otro tipo de relatos. También puede invitar al lector a hacer una reflexión desde un lugar más libre. Creo que lo interesante de escribir una historia en la que señalas males, que además son males reales, es que es una manera muy eficaz de poner al lector en el centro del problema, como una experiencia casi de vivencia, aunque sea una vivencia mediada por una ficción literaria”.
Trujillo, por su parte, alude al poder de difusión del género. “Yo soy poeta. A mí me encantaría que la poesía tuviera más lectores, pero lo cierto es que no los tiene”, lamenta. “He releído hace poco Hijos de la ira, de Damaso Alonso, un grito de protesta en un momento en el que no se puede protestar. Ahora mismo se escribe otra poesía, es una poesía más personal, más centrada en temas identitarios, y la poesía ha abandonado un poco los temas sociales. Por lo que, aunque yo sea poeta y aunque yo haya trabajado en algunos de mis poemas esta línea combativa, lo cierto es que no tiene un marco que permite darle difusión. La novela negra sí que tiene lectores. Además, yo creo que desde la novela negra hace tiempo que se está haciendo algo importante, que es que, ante la ineficacia de los políticos que no consiguen ponerse de acuerdo en temas tan importantes como son la prostitución y la trata y la explotación de menores, hay autores que hace mucho tiempo que están haciendo un señalamiento. Dicen, aquí ocurre esto y tenemos que mirar a esta zona oscura”.
Detectives de carne y hueso
Otra de las características de las novelas de Silva y Trujillo es la de mostrar unos personajes que se alejan de los tópicos del género negro. “Cuando leo series de detectives no me gusta que el investigador o la investigadora sea un tipo fijo. A lo largo de las entregas van cambiando los casos criminales, pero el investigador siempre es igual”, explica Trujillo. “A mí me gusta que el personaje evolucione, que se enfrente a conflictos que podrían afectarnos a nosotros en nuestro día a día, en nuestra vida cotidiana, porque a todos nos pasan cosas. Un eje que hemos trabajado, por ejemplo, es el del cuerpo, el de la enfermedad. En el primer libro, Manuela empieza de baja, ha sido testigo del suicidio de un compañero de trabajo, ha sido un hecho muy traumático y eso la lleva a estar de baja unos cuantos meses y a cuestionarse muchas cosas de su trabajo. En este tercer libro, tiene un problema grave de salud, uno de esos problemas de salud que ponen tu vida patas arriba. Parece que es doña pupas. Yo prometo que en el cuarto libro, si lo hay, no le va a pasar nada, no va a tener ningún problema de salud, iremos por otra parte”.
“Quizá no es tan frecuente que el investigador afronte problemas personales, problemas de pareja, problemas de maternidad o paternidad, problemas de salud… Pero en las vidas de todos los seres humanos esos problemas convergen, no vienen ordenados”, añade Silva. “Manuela es un personaje que, sobre todo en estas tres primeras novelas, tiene que apuntalarse a sí misma viniendo de una serie de experiencias desfavorables y tiene que salir adelante, intentar prevalecer en investigaciones que no son fáciles mientras se hace frente a otras dificultades de índole distinta. Y eso nos parece que es una buena manera de mostrar el personaje, de construirlo, de forjarlo y también de revelar su carácter”.
Libros recomendados por Lorenzo Silva
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Me parece muy interesante el trabajo que están haciendo ciertos autores, y sobre todo ciertas autoras, dentro del género o los aledaños del género negro, pero tratando de introducir una dosis de ambición y de reinvención desde la literatura al propio género. Me parece que buena muestra de eso, por ejemplo, la novela Buenos tiempos, de Victoria González Torralba, con una investigadora que es una chica huérfana acogida por sus tíos, que se ve envuelta por accidente en una trama que tiene que esclarecer en la España del tardofranquismo. Es una novela que, sobre el molde del género, plantea una indagación que va más allá en nuestro pasado reciente, en otra serie de cuestiones.
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A partir del terrorismo de ETA y del terrorismo de Estado, rastrea el día después del criminal, en cómo el criminal gestiona su memoria de sí mismo, su memoria de sus crímenes. Y me parece muy inteligente. Lo hace a partir de una terrorista y a partir de personas que han estado envueltas en el terrorismo de Estado, tomando los crímenes de ETA y del GAL. Pero esa reflexión vale también para el lugar que el crimen ocupa en la memoria del criminal a medida que va pasando el tiempo. La negociación que el criminal hace con su propia memoria para poder vivir de la manera más cómoda posible. Muchas veces recurriendo a la amnesia y a la mistificación de su propia biografía. Creo que está muy bien contado en esa novela.
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Es un ensayo, en este caso, no es ficción, pero reconstruye la vida de Salvador Puig Antich, el militante anarquista que murió ajusticiado por garrote vil en los últimos años del franquismo, y del policía que murió en un enfrentamiento con Salvador Puig Antich. Todo el mundo conoce a Salvador Puig Antich pero nadie conoce al policía que murió exactamente igual, que también era un hombre joven y que también era un hombre con inquietudes y no era un policía unidimensional. Nadie es unidimensional. Me parece que ese trabajo de restitución tanto de lo que fue ese movimiento anarquista, esa guerrilla anarquista en Barcelona como de esa persona tragada por el agujero negro de la historia porque era un policía y por lo tanto parece que no merece piedad ni recuerdo, me parece que es ejemplar.
Libros recomendados por Noemí Trujillo
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Los tres libros son fantásticos, me gusta mucho la idea que tuvo Rosa porque no solo introduce los temas familiares en la novela negra sino que todos trabajan juntos. Toda la familia trabaja junta para resolver el caso, y eso plantea nuevos temas y algo muy divertido es que siempre los secretos familiares, los típicos secretos familiares en el fondo siempre están presentes en la investigación.
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Yo he sido muy admiradora de Petra Delicado, que es la mujer detective más leída de la literatura española del siglo XX y ha sido para mí una noticia muy feliz saber que, después de un tiempo sin entregas, ahora teníamos un nuevo libro. Lola Obiols, que es el personaje de Rosa Ribas, y Petra Delicado son la madre detective y la madrastra detective que más me gustan de la novela negra contemporánea.