Vidas apasionantes en libros fascinantes, por Juan Bonilla

La vida de Carmen Mondragón, más conocida como Nahui Olin, es una de esas escasas peripecias que, de no haber salido de la mente de un escritor, merecían ser plasmadas por uno en las páginas. Ha tenido que ser Juan Bonilla el que diese forma a la historia de la mexicana -una artista excepcional, de enorme carisma y que vivió en el París de los primeros años del siglo xx, donde conoció a Georges Braque, Henri Matisse o Pablo Picasso- en Totalidad sexual del cosmos, una novela en la que lo real y lo ficticio de nutren mutuamente. Para seguir con esa idea de vidas que van de lo real a lo ficticio, sin que apenas podamos distinguir una cosa de otra, el escritor jerezano ha seleccionado para nosotros unas cuantas obras que reflejan la vida, la obra y las vivencias de escritores y artistas. En sus elegido hay artistas nazis, fotógrafas anónimas, escritores malditos, músicos arrollados por el signo de los tiempos y, sobre todo, grandes historias que han quedado para la posteridad.
Vidas apasionantes en libros fascinantes, por Juan Bonilla
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Sobre Shostakovisch, en el momento en que empieza a ser acosado por un estalinismo que hasta entonces lo había dejado trabajar en paz, haciendo oídos sordos a lo que ocurría alrededor.
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La más ambiciosa de las novelas rusas de Nabokov, una de cuyas partes es un relato de la vida del escritor ruso Chernyshevski
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Sobre Flora Tristán, filósofa utópica, y su nieto el pintor de paraísos, Paul Gauguin.
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Sobre la figura del músico Messiaen, que en un campo de concentración compuso su Cuarteto para el fin del tiempo.
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Obra maestra que se asoma a la figura de Bobby Bazlen.
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Una apasionante novela que narra la vida de la fotógrafa y militante comunista Tina Modotti, a través de su vida recorremos gran parte de los momentos políticos mas importantes de la primera mitad del siglo XX abordando por igual las utopías y sus pesadillas.
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Un fascinante recorrido por la vida de la fotógrafa Vivan Maier, descubierta en 2007 por John Maloof, que buscaba información para escribir un libro sobre Chicago y se topó con uno de los archivos fotográficos más sorprendentes del siglo XX. El libro está escrito en segunda persona, todo un acierto para acercar al lector a la biografía de esta fotógrafa que trabajó como niñera durante casi 40 años y que mantuvo en secreto su pasión por capturar instantes de vida. Una persona como la que se describe en el libro jamás desnudaría su alma y sus secretos en primera persona y es por eso que la segunda persona funciona tan bien en esta narración. Esta biografía se convierte pues en un testimonio fundamental para conocer la personalidad de esta mujer que iba siempre con la cámara en el bolso o colgada del cuello y que esperaba el momento preciso para apretar el botón, ya que (añadiendo una dificultad mayor a su excelente trabajo) sólo tomaba una fotografía de cada instante atrapado en sus carretes que, en muchas ocasiones, dejó sin revelar por falta de dinero.
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