Alberto Chimal

Este tratado que contiene relatos antiguos de la cultura maya representa a todos los clásicos de la historia humana. Hay muchísimos, pero vamos a hablar de uno que se dio en este lado del Océano Atlántico, que integra una serie de historias extrañísima, con dioses, héroes, demonios, toda clase de aventuras, de fenómenos extraños, de milagros. Es un libro que explica de alguna manera el origen del universo en el sentido que tenía para la mitología maya, y cuenta una serie de episodios extraños de una serie de personajes de lo más llamativo, que se puede leer perfectamente bien en la actualidad, como una colección muy entretenida.

Un gran clásico de las historias fantásticas de México son los Cuentos reunidos, de Amparo Dávila, que es una de nuestras grandes escritoras de cuentos de toda la vida. Durante muchos años, la decana del cuento mexicano. Falleció desgraciadamente en 2020, pero a ella le tocó ver cómo, después de mucho tiempo de ser ignorada, era redescubierta su obra y su fama crecía. Recibió el lugar que merecía en la literatura nacional por sus cuentos, que son historias donde lo siniestro, lo extraño, lo maravilloso ocasionalmente, aparece; en general son muy inquietantes, se insertan en la vida cotidiana y sobre todo en la vida de las mujeres. Era una autora muy de vanguardia, porque estaba adelantada en tendencias de hoy, como la de juntar por un lado la descripción de todos estos aspectos olvidados o menospreciados de la vida en común, aquellos que le tocan solamente a las mujeres, mezclándolos con el horror sobrenatural.

Me parece un libro clásico de nuestro tiempo en el mundo de habla castellana. Es una novela extensa de Mariana Enriquez, gran escritora argentina que se dio a conocer con sus cuentos, que son espléndidos, y que en esta novela hace como una especie de doble vuelta con carambola de tres bandas y cuatro giros hacia atrás, una acrobacia muy curiosa, porque lo que hace es que, por un lado, actualiza la novela de política latinoamericana, porque se ambienta en la época de la dictadura entre los años sesenta y los años noventa, con gran énfasis en los setenta y ochenta, cuando estaban más terribles las cosas en Argentina. Cuenta con personajes históricos, distintos estratos sociales que se mueven entre el mundo de Buenos Aires y la provincia, los ricos que viajan por todas partes y ocultan secretos terribles. Al mismo tiempo, crea un formato con varios temas que se parece mucho al de las grandes novelas de terror, como las de Stephen King. Es una combinación atrayente que da miedo en muchos momentos.

El clásico de clásicos, la novela donde se plantea con absoluta claridad esa dependencia, esa proyección que otorga a la humanidad a lo artificial y lo artificial a su vez nos la devuelve o nos la cuestiona. Una historia clásica que se vuelve más pertinente ahora.

Otro clásico, pero menos conocido. Es una obra de teatro y curiosamente es donde se populariza la palabra robot. Los robots de una compañía que está en una isla se rebelan en contra de los seres humanos y asumen el control del mundo ayudándose de su apariencia humana.

Otro clásico, la novela que engendró la película Blade Runner y ha engendrado incontables otras obras donde lo que se explora entre otras cosas es la idea no de la apariencia, no de la acción humana, sino de las emociones humanas sino la idea de las emociones humanas trasladadas a la máquina y lo que puede o no existir en esa transferencia. La característica central de los androides en ese libro es que no tienen capacidad de empatía, que no son capaces de ponerse en los zapatos de otra criatura. Ahora varios de estos tecnoligarcas parecen como replicantes de la novela de Philip K. Dick. Son personas sociópatas, incapaces de ver más allá de su propia ambición y de su propia locura. Acaba siendo un libro muy pertinente.

Una novela que no tiene que ver directamente con la inteligencia artificial o con este tipo de tecnología, pero que me parece que es también muy pertinente para un momento como este, donde se explora el tema de la colonización espacial, pero desde el punto de vista de los países colonizados. Un planeta miserable en alguna parte del universo es colonizado por mexicanos, oprimidos, que son enviados ahí como para trabajo de esclavos, pero ahí construyen una comunidad diferente de la que se podría haber construido en un planeta rubio de ojos azules. Es un libro muy interesante y es también una muestra de este futurismo o de esta anticipación hecha desde fuera, desde los márgenes.