Emiliano Monge

Los libros de Emiliano Monge
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Bibliotecas
Martín Kohan, Katya Adaui, Selva Almada, Jazmina Barrera, Jorge Carrión, Luis Chitarroni, María Sonia Cristoff, Mercedes Halfon, Brenda Lozano, Carla Maliandi, Emiliano Monge, Dolores Reyes, Edgardo Scott y Reynaldo Sietecase
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Las estanterias de Emiliano Monge
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México y la violencia
Ir a la estanteríaPorque parece mentira la verdad nunca se sabeDaniel Sada2666Roberto BolañoHuesos en el desiertoSergio González RodríguezTrabajos del reinoYuri HerreraCanción de tumbaJulián HerbertLa Biblia VaqueraCarlos VelázquezFiesta en la madrigueraJuan Pablo Villalobos
Lo que opina Emiliano Monge
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Uno de los autores verdaderamente importantes de nuestra lengua y uno de los responsables de la renovación subterránea que ésta ha enfrentado durante los últimos sesenta años. En 'Otoño en Madrid hacia 1950', Benet, además de desplegar todas sus herramientas y de radiografiar -en espejo- su ciudad, deconstruye y otorga nuevas formas a un género del que siempre renegó: la autobiografía.
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Para mí, el autor de esta novela, así como de 'La buena letra', 'Los disparos del cazador' y 'La larga marcha', es el último gran escritor que España ha dado al mundo. En 'La caída de Madrid', novela en las que los personajes se enfrentan a la reconstrucción que supone la muerte de Franco, el escritor valenciano nos vuelve a recordar que el presente -y el futuro- sólo pueden entenderse y modificarse si no renunciamos a discutir y digerir el pasado. Además, como en ninguna otra obra suya, en La caída de Madrid, los lectores nos enfrentamos a las obsesiones temáticas -el poder, las clases sociales, la ilusión, las contradicciones- y estilísticas -el lenguaje, el ritmo, los entrecruzamientos, el tiempo como materia- de Chirbes.
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En los diarios de Ribeyro, sobre todo en los años en los que nace su hijo, hay una cosa interesantísima sobre la paternidad, sobre la familia, que explica cómo se transforma la vida de una persona con la llegada de un hijo.
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Aborda el tema de la familia de una manera extraordinaria.
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Me han impactado muchas frases de libros que tratan de temas completamente distintos pero que, de paso, tocan una relación paterno-filial. Aflicción es uno de ellos. Hay una frase que tiene que ver mucho con mi novela.
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En México todos los escritores vuelven a Ibargüengoitia o vuelven a Rulfo, al igual que los argentinos a Arlt y a Borges. Se puede volver a los dos, y yo lo hago, pero creo que vuelvo mucho más a Rulfo.
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De los últimos encuentros a los que vuelvo, uno de ellos es Joan Didion.
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Cada tanto vuelvo a Joyce. Mucho. Son lecturas de estarlas remasticando.
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Fue premio de ensayo Anagrama hace un par de años. Es un libro sobre el derecho al testimonio. Es un libro bellísimo.
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Son cuatro ensayos sobre diferentes temas, pero todos en torno a la función del arte y la relación del arte con nosotros como individuos y como colectivos.
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Cuenta la historia de un niño que nace lejos del mar, en el desierto, en Chile, y que se va a convertir en un competidor de pesca submarina. Y nos cuenta esta historia, la historia del niño al tiempo que nos cuenta la historia de pérdidas y de necesidades y de desigualdades de su entorno y de Chile, en el marco, además, del ascenso de Allende y la posterior, y el golpe de Estado, y todo lo que sucede en esa época. Es una novela escrita hermosamente.
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Es la historia de la monja Alférez, que es una historia basada en hechos reales, o tiene el pretexto de una historia real, que es una monja que se va a hacer a América poco después de la conquista, y se vuelve soldado. Es un soldado muy famoso en las guerras de conquista. Es una novela que tiene que ver con el encuentro de dos mundos, pero también con la sexualidad y con lo queer. Y tiene que ver también con el encuentro de la modernidad y el tiempo largo y la selva y la ciudad. Me parece que es una novela también muy poderosa, muy inteligente y muy sensible.
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En México todos los escritores vuelven a Ibargüengoitia o vuelven a Rulfo, al igual que los argentinos a Arlt y a Borges. Se puede volver a los dos, y yo lo hago, pero creo que vuelvo mucho más a Rulfo.