El boom silencioso: libros imprescindibles de jóvenes autoras latinoamericanas
Seleccionamos una serie de títulos para adentrarse en la mejor narrativa en español del momento.

La literatura en español no sería lo mismo sin latinoamérica. La contribución de los autores y autoras del otro lado del Atlántico a la producción en nuestra lengua es capital siempre, pero hubo una generación que generó una repercusión mayor que cualquier otra. Los autores del llamado boom, con obras tan influyentes como Rayuela, Cien años de soledad o Conversación en la catedral, se convirtieron en un canon que, en parte, ha alargado su sombra todo lo que ha venido después. Pero, por supuesto, la literatura ha seguido su curso en toda Latinoamérica, y en los últimos tiempos estamos asistiendo a una gran generación (o generaciones) especialmente de autoras, a diferencia de aquel boom copado por hombres. Hablamos del boom silencioso con libros imprescindibles de jóvenes autoras latinoamericanas.
Autoras latinoamericanas imprescindibles
Sin duda, una de las autoras en español más celebradas de los últimos años (y una de las más recomendadas en Librotea) es Fernanda Melchor. Con Temporada de huracanes llamó la atención no solo en los países de lengua hispana, sino también en el circuito anglosajón. En Paradise confirmó lo apuntado: su voz es una de las más poderosas de la actualidad para hablar sobre la violencia y la desigualdad en México. Otra autora que ha cosechado elogios en los últimos tiempos es Camila Sosa Villada, especialmente a raíz de Las malas. La argentina refleja con crudeza pero también gran humanidad las duras condiciones de vida de una comunidad de travestis en Córdoba. Y gran repercusión también ha conseguido la mexicana Valeria Luiselli, quien en Desierto sonoro traza una novela que es a la vez road movie, historia familiar y síntesis de la historia reciente del continente americano.



La obra de varias autoras latinoamericanas jóvenes, además del valor que atesora en sí misma, también nos sirve para descubrir muchas de las realidades que se viven en el continente. En el caso de Mónica Ojeda, la violencia y las relaciones familiares son temas, como ella misma nos contó, que afloran de manera natural en su prosa, como refleja su aclamada Mandíbula. Para la chilena Alia Trabucco Zerán, es la desigualdad y un sistema cada vez más deshumanizado lo que se narra a través de historias como la de Limpia. Y la violencia aparece de nuevo en El cielo de la selva, de la cubana Elaine Vilar Madruga, en la que la marginalidad convive con una forma de terror gótico en versión caribeña.



La narrativa latinoamericana actual, por último, también nos muestra los deseos, anhelos y, muchas veces, la confusión a la que nos aboca la sociedad actual. Es el caso de Isla decepción, de la chilena Paulina Flores, en la que una joven abandona su trabajo para instalarse con su padre en la Patagonia. Del trauma y la violencia, en especial la que sufren las mujeres, pero también del deseo nos habla Camila Fabbri en La reina del baile, finalista del último Premio Herralde de novela.

