Libros brillantes que te marcan, por Toteking

Tote King lleva casi dos décadas reinando sin demasiada discusión en el ámbito del rap en castellano. La riqueza de sus rimas –alimentadas desde siempre por una voraz afición a la lectura– y su inconfundible estilo frente al micro le han permitido descollar en dicho contexto, convirtiéndole en figura esencial de nuestras músicas populares.
La publicación de Búnker, primer libro a su nombre, confirma con creces esa condición de artesano de la palabra al que siempre merece la pena prestar atención. El sevillano, de 41 años, hibrida géneros con agilidad y coherencia, construyendo una narración sólida que fluye con el mismo ímpetu que sus barras. “Estaba obsesionado con la gente de Blackie Books en no hacer unas putas memorias”, reconoce. “No quería, no era el género que me apetecía, quería ensayar, pero claro, debutar ensayando es como querer jugar la NBA de principio. No tenía el nivel para ensayar en doscientas y pico páginas, me daba cuenta de que no lo tenía.

Tampoco reniego de la parte de las memorias, salieron de verdad, son honestas y son bonitas, pero no quería que la gente se acercara a un libro de un tipo entre comillas famosete y fuera a decir ¡buah, venga, otras memorias!, como las que te puede escribir Sergio Ramos, que se las ha escrito un amigo”.
Lector consumado, admite que la poesía aún no ha logrado seducirle, pero continúa devorando libros y asegura que este será el primero de muchos volúmenes. “No te voy a engañar, ahora que he sido valiente y he dado el paso de escribir no me va a parar nadie, porque me apetece mucho seguir”. Su selección para Librotea es de amplio espectro y nos descubre a un lector apasionado, con talante crítico, interesado por todos los aspectos del conocimiento.
Libros brillantes que te marcan, por Toteking
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(JORDI): Se podrían contar muchas cosas de esta novela, y todas serían buenas. Pero yo me quedo con toda la primera parte, en la que Bolaño nos cuenta el DF con tal fidelidad, que incluso puedes llegar a oler los tacos pastor de la esquina. Un relato increíble para una ciudad infinita.
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Si eres una persona que te gusta la literatura moderna, las obras de ficción con valor y con cierto estilo, para mi gusto es obligatorio mencionar a Enrique Vila-Matas, que además es mi mentor literario. Es un escritor valiente, original, una persona original que, además de ese rollo metaliterario que tiene y de la cantidad de referencias que aprendes con él, tiene un lirismo maravilloso y escribe de primera. De Enrique he estado recomendando Suicidios ejemplares pero, mira, por cambiar un poco el rollo, para recomendar un libro distinto de él, voy con una recopilación de artículos, de columnas y de opinión que han salido en medios. La recopilación la ha hecho Mario Aznar y está de puta madre. Es un libro genial. Es curioso porque además hay muchísimas opiniones personales de Enrique y, no sé, para cualquier persona lectora que, como yo, nunca lee prensa es curioso. Jamás leo prensa. Jamás. Sé que es un fallo mío. No sé donde estoy en el mundo, no me entero de nada. Me tengo que enterar de las cosas por María, por mi amigo David, por mi madre. Hubo una época en que me emocioné con el 15M y todo lo de Podemos y seguía las noticias, y ya luego cuando pasó lo que pasó me volví a desencantar de la política y volví a mi cueva. Entonces, como supongo que habrá gente como yo, pues se han podido perder esta parte de Enrique Vila-Matas más personal. Hay columnas en que habla del procés, de su barrio, hay humor. Es un libro que merece la pena.
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Colección de ensayos escritos entre 2011 y 2015 que muestran el lado más feminista de esta autora desde su amplia y multidisciplinar formación.
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Me regalaron hace poco este ensayo. Me gusta Baricco, tengo un par de libros en casa, Mr. Gwynn y Seda, y este es un libro que ha conseguido hacerme sentir como un auténtico garrulo. Ya lo sospechaba, pero con este libro lo confirmo, vamos. Ha dado un vuelco a mis opiniones. Misteriosamente –mis amigos también se sorprenden porque he sido bastante moderno en todo– he sido bastante reaccionario con el mundo digital, sobre todo con las redes sociales. Me he quedado quizá con la parte más fea de las redes sociales, que es la gente que le hace la foto al plato de comida. Que por desgracia es mayoría, siempre he pensado que es mayoría porque me ha costado encontrar gente interesante por ahí. Pero, bueno, desde que empezó internet era usuario de Napster, utilizaba todo y me encantaba y estaba a favor de la tecnología, pero tenía mis movidas con el tema. Es un libro sobre la revolución digital, él lo llama insurrección digital. Es una guía para todo aquel que, como yo, tuviera sus dudas o… voy más allá, para gente que hoy en día se llena la boca con eso de ‘los putos millennials que no se enteran de ná, los centennials que no sé cuanto, que nos están llevando al caos’. Para toda la gente catastrofista que piensa que nos vamos al carajo y que las nuevas generaciones no se enteran de nada, que ahí por suerte no me incluyo, es un bofetón en toda la cara, una hostia de doscientos kilos, tío. De verdad, es espectacular cómo está explicado. El tipo combina tres partes, una de información que se remite a hechos, otra de desarrollo en la que ensaya un poco y ya te lleva a lo que él cree que pasó con esto. Es Baricco, ya sabes cómo escribe, está de primera, es una maravilla, ¡pero cómo lo explica, tío! El razonamiento que hace ver que realmente la opinión que puedan tener esas personas tan carcas sobre que los chavales no están preparados y no se enteran de nada es completamente diferente. El tipo incluso habla de una mutación del ser humano, de cómo hemos mutado, equipara la revolución digital a movimientos como la Ilustración o el Humanismo. Es una pasada. Sus argumentos son incontestables. No lo hace una manera burda en plan, ‘ahora somos más completos, hacemos las cosas más rápido, todo el mundo lleva un ordenador en el bolsillo que es el móvil’. Eso sería un poco más obvio.
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El que pueda leerlo en su edición original sin notas, mejor. Y si no, en cualquier traducción. Borges prefería en inglés, porque fue la que leyó de niño, y lo entendió en ella. Ahora contamos con una en castellano actual.
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