Libros impactantes que nos adentran en la mente del asesino

El mal siempre ha ejercido un gran poder de fascinación sobre los escritores. ¿Qué lleva a alguien a ejercer un crimen como el asesinato? ¿Se trata solo de un desequilibrio mental o existe el mal en sí mismo? Por no mencionar todos los condicionantes morales que implica el hecho de que alguien acabe con la vida de otra persona. Esas y otras preguntas han guiado a numerosos autores y autoras en su escritura, a la búsqueda de conocer algo más sobre la naturaleza humana, especialmente en sus momentos más despreciables. Hoy repasamos algunos libros impactantes que nos adentran en la mente del asesino.
Libros que profundizan en crímenes reales
Al igual que el malogrado El odio, el libro de Luisgé Martín que trataba los crímenes de José Bretón a través de conversaciones con él, Emmanuel Carrère ya había seguido un proceso similar en una de sus obras más aclamadas, El adversario. El caso de Jean-Claude Romand, que asesinó a su familia para que no se descubriese una vida llena de mentiras, sirvió al escritor francés para adentrarse en la oscuridad de una mente que elige crear un mundo paralelo antes que aceptar el real. Y por supuesto, un texto fundacional, a mitad de camino entre el reportaje y la novela, es A sangre fría de Truman Capote, del que se pueden encontrar rastros en la obra de Carrère.


En otras ocasiones, el asesinato toca de cerca a los escritores. En el caso de El dolor de los demás, fue el cometido por un amigo de la infancia del autor, Miguel Ángel Hernández, el que dispara toda una serie de preguntas sobre los resortes del mal, y cómo un entorno, una educación y otros condicionantes llevan a la construcción de la personalidad y, como en este caso, a cometer un asesinato.

Novelas protagonizadas por asesinos
En el campo de la ficción pura, investigar en las ramificaciones del mal siempre ha sido una obsesión para muchos autores, desde las implicaciones morales que intervienen en el asesinato, como en Crimen y castigo de Dostoievski, a los centenares de asesinos en serie que pueblan la novela negra o el thriller. Un clásico en la búsqueda de esas respuestas es, por supuesto, El extranjero de Albert Camus, en el que el autor explora la indiferencia y la ausencia de remordimientos en el protagonista, autor de un asesinato sin motivo aparente.


En otros casos, adentrarse en la mente del asesino es un reto para un autor o autora, como en Zombie, en el que Joyce Carol Oates se inspira en la historia del asesino en serie Jeffrey Dahmer, en una inmersión en lo más oscuro de la mente humana. De manera no tan escabrosa, pero igualmente inquietante, Otessa Mosfegh narra en Mi nombre era Eileen los condicionantes personales y emocionales que llevan a alguien en principio puro a formar parte de un crimen.

