Libros para leer junto al mar
Javier Aznar selecciona para Librotea un puñado de libros para disfrutar con la brisa

Javier Aznar se dio a conocer bajo el seudónimo de El Guardián, nombre con el que firmaba un blog ya desaparecido, Manual de un buen vividor, en el que hablaba de canciones, de restaurantes, de noches… Aquel fue el germen de ¿Dónde vamos a bailar esta noche?, su primer libro. Una selección de piezas narrativas en las que Aznar reflexiona sobre la belleza de lo efímero. Ahora Javier Aznar selecciona para Librotea un puñado de libros para leer junto al mar.En el comienzo de Noches azules, de Joan Didion, Aznar encuentra una definición perfecta de lo que significa el verano. Ese periodo de estío en el que el cuerpo también le pide zambullirse en los cuentos de John Cheever, confiesa el escritor que su relato favorito es Adiós, hermano mío. Otra lectura que se cuela en esta estantería es La vida en cinco minutos, de Virginia Galvín, al que Javier Aznar compara con el efecto de un buen cóctel: “divertido, fresco, de trago corto y directo al cerebro”. La novela Los divinos, de Laura Restrepo, es otra apuesta segura para leer junto al mar, como lo es El mar, de John Banville. El premio Princesa de Asturias 2014 se esconde tras el seudónimo de Benjamin Black cuando escribe novela negra. Aznar incluye en su lista El lémur, un título que asegura es perfecto para leer en la playa o en la tumbona. Él leyó La uruguaya, de Pedro Mairal, durante un viaje por México, pero recomienda su lectura en cualquier parte. Actos obscenos en lugar privado, de Marco Missiroli, es otro de los títulos incluido en esta selección en la que también está Algo supuestamente divertido que nunca volveré a hacer, de David Foster Wallace. Un libro en el que el genial escritor estadounidense cuenta su experiencia a bordo de un crucero de lujo por el Caribe, ¿alguien ha vivido una experiencia similar?
Libros para leer junto al mar
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Una novela deslumbrante. Elegante, potente y con cierto lejano sabor a 'Call me by your name'. De lo mejor de este año.
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“Era uno de esos domingos de mitad de verano en que todo el mundo repite: ‘Anoche bebí demasiado’”. Las bicicletas y Cheever son para el verano. Mi cuento favorito: 'Adiós, hermano mío'.
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La primera página de este libro contiene una de mis descripciones favoritas de lo que supone la llegada del verano. Emocionante libro que no se deja arrastrar por el sentimentalismo barato en ningún momento.
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Algo supuestamente divertido que nunca volveré a hacer (edición ampliada)
David Foster Wallace
Random House
Solo alguien con la puntillosa capacidad de observación de DFW sería capaz de convertir un viaje en crucero con jubilados en un relato tan divertido e interesante.
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Adrian Tomine es uno de los dibujantes con mayor talento narrativo que hay. Cualquiera de sus historietas siempre será un acierto. Este es ideal para el verano.
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Tengo asociado este libro a un viaje por México en el que no podía parar de leerlo. Inolvidable Guerrita.
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Leí este libro un verano en Londres y recuerdo que me golpeó la forma de escribir tan pulcra y perfeccionista de Banville. Un genio.
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“Nuestra casa era grande porque nuestros proyectos también lo eran”. Fante siempre es de mis favoritos. Mucho humor, algo de desesperanza y cierta ternura.
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La cara B de Banville. Una novela negra, breve y contundente, ideal para leer en la playa o en una tumbona. A la altura del mejor Chandler.
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Un genio del humor contando sus desventuras en su nueva casa en la playa. En este libro ahonda en cuestiones más personales y algo oscuras, pero sin abandonar nunca ese sentido del humor suyo tan Woody Allen.
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Verano, chicos y chicas. Y Puértolas. Poco más ya que añadir.
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Estoy completamente obsesionado con este libro. Y creo que su historia no podría ser más vigente.
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