La novela como lugar de viaje
Libros recomendados por Aitana Sánchez-Gijón

Muchos de estos libros los leí siendo bastante joven en pleno descubrimiento de la novela como lugar de viaje y de puerta que se abría a un mundo fantástico.Crimen y castigo la leí a los 15-16 años y me fascinó el poder narrativo de Dostievski y el dilema moral del personaje de Raskolnikov a raíz de lo que le sucede.Creo que La guerra del fin del mundo es la primera novela que leí de Vargas Llosa. Yo tenía 18-19 años y me pareció apasionante a pesar de estar situada en el siglo XIX. Me parecía una distopía casi apocalíptica que rozaba el mundo de la fantasía. También se me abrió el mundo de Mario y empecé devorar todos sus libros. La tía julia y el escribidor, Pantaleón y las visitadoras y La fiesta del chivo han sido lecturas imprescindibles para mí.Sigo con La Regenta. Para mí, estudiante de Filología Hispánica, ha sido una de las lecturas que más en profundidad he hecho en mi vida. Tuve la oportunidad de estudiarla en Literatura Comparada comparándola con Madame Bovary, Anna Karenina, Eça de Queirós, y tuve la suerte y el regalo de interpretarla, por lo que pude bucear en esa Ana Ozores y en esa Vetusta que simboliza toda la decadencia de una España provinciana.La peste la leí hace pocos años y me quedé deslumbrada por Albert Camus. Sólo había leído El extranjero y me fascinó esa parábola que hace del ser humano en una situación tan límite como es una ciudad cercada por una epidemia de peste. Cómo empieza narrando las circunstancias de una manera más aséptica y anónima de todos los personajes que caen en esta peste y cómo poco a poco se va centrando en seres humanos concretos y va logrando tu empatía. Llegué a la emoción gracias a la maestría narrativa de Camus.Cien años de soledad también fue una lectura de juventud y es uno de los pocos libros que he releído en mi vida. Tengo tanta voracidad por leer cosas nuevas que me cuesta mucho releer, aunque a veces eso es más rico e interesante. Cien años lo releí hace poco, me dejó impresionada en mi juventud y me remite a esa literatura del realismo mágico que descubrí con Mario, Isabel Allende y tantos otros autores latinoamericanos. El mundo de Macondo me transportó a otra dimensión y al reelerlo no me he sentido defraudada, sino todo lo contrario.La casa de Bernarda Alba no sé si es de lo primero que leí de Federico, pero sí como futura actriz, cuando tenía 14-15 años. Esa mezcla de lenguaje poético y teatral de esas mujeres encerradas en esa España tan negra. Siempre deseé interpretar a Adela, aunque ahora estaría más cerca de la Bernarda. Fue un sueño que no llegué a cumplir, pero espero que en algún momento pueda interpretar a alguno de los personajes, porque creo que es una de las obras maestras de nuestro teatro.De La vieja sirena me fascinó esa mezcla de realidad histórica del siglo III, ese personaje femenino, esa Glauca que hizo que llamara así a mi gata. Y esa parábola como reflexión humanista sobre el poder, muy acorde con esa capacidad de Sampedro como economista de hablarnos de una manera casi filosófica pero accesible e incluso lírica sobre los mecanismos del poder y la realidad que vivimos, y al mismo tiempo hablando de la inestabilidad del presente. Es una de las lecturas que más me marcó a mis veinte años y que me hizo amar a José Luis Sampedro.El último encuentro fue una lectura imprescindible como reflexión sobre la amistad. Me tocó muy de cerca porque estaba viviendo un momento especial con respecto a una amistad muy querida y muy profunda, y me ayudó a desenmarañar la madeja en la que estaba metida. Fue una de esas lecturas que tienen la capacidad de iluminarte y ayudarte a encontrar un camino para solucionar cosas de tu propia vidaMe ha costado mucho escoger solo un libro de Almudena Grandes porque es de estas autoras que cuando sacan un libro corro a las puertas de la librería para comprarlo. Ahora mismo estoy leyendo el último de los Episodios, y es una de las autoras que más me apasionan. Atlas de geografía humana lo leí en un momento crucial de mi vida como mujer y de mi vida amorosa. Es la historia de cuatro mujeres muy diferentes pero que conforman ese atlas en el que todas las mujeres en algún momento nos hemos podido ver reflejadas.Nada se opone a la noche es una de las lecturas recientes que más me han impactado. Esta historia sobre una escritora, Delphine de Vigan, que escribe este relato biográfico sobre su propia madre y su infancia y la relación con esta madre depresiva. Me interesó mucho el propio proceso de creación como escritora y su proceso personal de meterse en esos vericuetos tan difíciles que involucraban también al resto de su familia y seres queridos. Esta doble manera de narrar tanto el proceso como el relato me parecieron fascinantes y tremendamente valientes y dolorosos, pero un acto de amor muy profundo por su parte.Sarah Waters es otra de las autores que me fascinan. Falsa identidad es el primer libro que me leí de ella y el que más me ha enganchado. Es una de estas lecturas absolutamente adictivas como los maravillosos folletines de antes. Sarah Waters parece una escritora de otro tiempo, pero con la osadía de escribir sobre personajes femeninos con una sexualidad muy potent. Suelen ser historias de amor entre mujeres, pero lo que más me fascina es cómo recrea aquellos ambientes opresivos victorianos en los que viven encerradas, y cómo el propio ambiente y la descripción de los espacios, casas, ciudades, son como personajes que respiran y te condicionan el estado de ánimo que suele acompañar al de los personajes. Me recuerda un poco a Conan Doyle o a esos personajes del Romanticismo que te hacían percibir la angustia vital según iban describiendo los ambientes y caserones en los que vivían.He dejado por último Mujeres que corren con lobos porque creo que es la lectura más importante de mi vida. Está escrito por una psicóloga jungiana que es también una cuentacuentos que recoge la tradición oral de los mitos y hace un análisis jungiano de la psique femenina y su naturaleza interior. Lo he leído dos veces y lo he ido picoteando muchas veces porque ha sido como una guía para mi crecimiento personal. A través de estos mitos, ella va desgranando las profundidades de la psique femenina y habla de esta mujer salvaje que es capaz de conectar con su verdad más profunda y desatar su poder y su fuerza para ser libre.No me había visto en una tan difícil como esta en mucho tiempo. Ha sido como elegir entre quién quieres más y dejar fuera a hijos. Ha sido como un repaso a mi vida, pero estoy contenta de formar parte de Librotea y espero que pueda animar a los lectores a descubrir libros.
La novela como lugar de viaje
-
Crimen y castigo la leí a los 15-16 años y me fascinó el poder narrativo de Dostievski y el dilema moral del personaje de Raskolnikov a raíz de lo que le sucede.
-
La guerra del fin del mundo es la primera novela que leí de Vargas Llosa. Yo tenía 18-19 años y me pareció fascinante a pesar de estar situada en el siglo XIX. Me parecía una distopía casi apocalíptica que rozaba el mundo de la fantasía. También se me abrió el mundo de Mario y empecé devorar todos sus libros
-
Para mí, estudiante de Filologia Hispánica, ha sido una de las lecturas que más en profundidad he hecho en mi vida. Tuve la oportunidad de estudiarla en Literatura Comparada comparándola con 'Madame Bovary', 'Anna Karenina', Eça de Queirós, y tuve la suerte y el regalo de interpretarla, por lo que pude bucear en esa Ana Ozores y en esa Vetusta que simboliza toda la decadencia de una España provinciana.
-
La peste la leí hace pocos años y me quedé deslumbrada por Albert Camus. Sólo había leído el extranjero y me fascinó esa parábola que hace del ser humano en una situación tan límite como es una ciudad cercada por una epidemia de peste. Cómo empieza narrando las circunstancias de una manera más aséptica y anónima de todos los personajes que caen en esta peste y cómo poco a poco se va centrando en seres humanos concretos y va logrando tu empatía. Llegué a la emoción gracias a la maestría narrativa de Camus
-
'Cien años de soledad' también fue una lectura de juventud y es uno de los pocos libros que he releído en mi vida. Tengo tanta voracidad por leer cosas nuevas que me cuesta mucho releer, aunque a veces eso es más rico e interesante. Cien años lo releí hace poco, me dejó fascinada en mi juventud y me remite a esa literatura del realismo mágico que descubrí con Mario, Isabel Allende y tantos otros autores latinoamericanos. El mundo de Macondo me transportó a otra dimensión y al reelerlo no me he sentido defraudada, sino todo lo contrario.
-
La casa de Bernarda Alba no sé si es de lo primero que leí de Federico, pero sí como futura actriz, cuando tenía 14-15 años. Esa mezcla de lenguaje poético y teatral de esas mujeres encerradas en esa España tan negra. Siempre deseé interpretar a Adela, aunque ahora estaría más cerca de la Bernarda. Fue un sueño que no llegué a cumplir, pero espero que en algún momento pueda interpretar a alguno de los personajes, porque creo que es una de las obras maestras de nuestro teatro.
-
De La vieja sirena me fascinó esa mezcla de realidad histórica del siglo III, ese personaje femenino, esa Glauca que hizo que llamara así a mi gata. Y esa parábola como reflexión humanista sobre el poder, muy acorde con esa capacidad de Sampedro como economista de hablarnos de una manera casi filosófica pero accesible e incluso lírica sobre los mecanismos del poder y la realidad que vivimos, Y al mismo tiempo hablando de la inestabilidad del presente. Es una de las lecturas que más me marcó a mis veinte años y que me hizo amar a José Luis Sampedro.
-
El último encuentro fue una lectura imprescindible como reflexión sobre la amistad. Me tocó muy de cerca porque estaba viviendo un momento especial con respecto a una amistad muy querida y muy profunda, y me ayudó a desenmarañar la madeja en la que estaba metida. Fue una de esas lecturas que tienen una capacidad de iluminarte y ayudarte a encontrar un camino para solucionar cosas de tu propia vida
-
Me ha costado mucho escoger solo un libro de Almudena grandes porque es de estas autoras que cuando sacan un libro corro a las puertas de la librería para comprarlo. Ahora mismo estoy leyendo el último de los Episodios, y es una de las autoras que más me apasionan. Atlas de geografía humana lo leí en un momento crucial de mi vida como mujer y de mi vida amorosa. Es la historia de cuatro mujeres muy diferente pero que conforman ese atlas en el que todas las mujeres en algún momento nos hemos podido ver reflejadas.
-
Es una de las lecturas recientes que más me han impactado. Esta historia sobre una escritora, Delphine de Vigan, que escribe este relato biográfico sobre su propia madre y su infancia y la relación con esta madre depresiva. Me interesó mucho el propio proceso de creación como escritora y su proceso personal de meterse en esos vericuetos tan difíciles que involucraban también al resto de su familia y seres queridos. Esta doble manera de narrar tanto el proceso como el relato me parecieron fascinantes y tremendamente valientes y dolorosos, pero un acto de amor muy profundo por su parte.
-
Sarah Waters es otra de las autores que me fascinan. Falsa identidad es el primer libro que me leí de ella y el que más me ha enganchado. Es una de estas lecturas absolutamente adictivas como los maravillosos folletines de antes. Sarah Waters parece una escritora de otro tiempo, pero con la osadía de escribir sobre personajes femeninos con una sexualidad muy potente,
-
Creo que es la lectura más importante de mi vida. Está escrito por una psicóloga jungiana que es también una cuentacuentos que recoge la tradición oral de los mitos y hace un análisis jungiano de la psique femenina y su naturaleza interior. Lo he leído dos veces y lo he ido picoteando muchas veces porque ha sido como una guía para mi crecimiento personal. A través de estos mitos, ella va desgranando las profundidades de la psique femenina y habla de esta mujer salvaje que es capaz de conectar con su verdad más profunda y desatar su poder y su fuerza para ser libre.
- Ver más contenido