6 libros que tienes que leer en abril
Libros recomendados por Librotea

6 libros que tienes que leer en abril
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La mirada literaria de Daniel Ruíz (Sevilla, 1976) siempre es cortante. Los ambientes de sus historias siempre son opresivos, agobiantes. Allí donde uno no querría estar, ya sea una oficina donde se sostiene la espada de Damocles del despido o una barriada de la que uno saldría despavorido si funcionara el ascensor social. Así ocurre en novelas como Todo está bien o La gran ola y lo ha vuelto a hacer en Maleza, que reúne tres nouvelles. En la primera, una pandilla de chavales con poco oficio y mucho menos beneficio decide vengarse de la muerte del perro de uno de ellos. La segunda propone la surrealista decisión de un oficinista hastiado de su vida profesional y personal de quedarse con la mano cortada que acaba de encontrar tras una de sus habituales carreras nocturnas. Y en la tercera hallamos a un chico discapacitado, que trabaja en un edificio como una especie de conserje, y enamorado hasta el tuétano de una de las vecinas. Pero todo esto sólo son excusas para trazar una panorámica sobre uno de esos barrios que recuerdan mucho a los que grabó Fernando León cuando hacía sus primeras películas. Y para poner sobre relieve el peso de esa novela social capaz de llegar hasta lo que nos incomoda. Porque esto es Maleza: mucha miseria, mucho dolor, pero también mucha verdad. Sin efectismos. Con un lenguaje que parece el sonido de una blackandeckker. Léanla.
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Cuando la broma y el juego dejan de serlo entra en escena la ecuatoriana Mónica Ojeda (Guayaquil, 1988), quizá una de las mejores narradoras de los últimos años. Su anterior novela publicada en España, Nefando, horadaba en el asunto de la pornografía y el sexo cuando este deja de ser mero placer y se convierte en pura violencia. En la nueva, Mandíbula (título de una sola palabra, como una bofetada) aborda las relaciones femeninas cuando entra lo tóxico, la venganza y el dolor. La premisa es una chica secuestrada por una de las profesoras de su instituto. No es una maestra cualquiera: había sufrido bullying por parte de varias alumnas, entre ellas la secuestrada, una niña bien, pija, hipster oscura. Ojeda va trazando la situación de angustia, y a la vez la relación entre todas esas mujeres, la que se establece entre las amigas de la adolescencia cuando se deja de jugar a la comba y donde el sexo y el deseo también juegan un papel prominente. A medias entre lo terrorífico y lo sórdido. Y, sobre todo, lo femenino alejado de cualquier cuento de hadas.
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'Ordesa' no tiene planteamiento. 'Ordesa' no tiene desenlace… 'Ordesa' es nudo.Nudo…El de tu garganta lectora, que queda un poco más abajo que tu garganta humana… Más cerca del corazón…'Ordesa' para mí, debo aclarar, es algo más que un libro. Vilas me lleva a lo que yo viví, es lo que tiene compartir con él el pueblo de nuestra infancia. En su libro habitan seres y lugares comunes que quise y quiero. Y esto, que en un principio puede parecer una ventaja para Manuel Vilas, es en mi caso un hándicap. ¿Y si el Barbastro que me muestra no es el Barbastro de mi infancia? Pero Vilas es un gran escritor, por supuesto. Vilas sabe lo que hace cuando nombra nuestros sitios comunes. Sabe poner cada palabra en su sitio para que yo sonría. Digo yo, sin ser 'Ordesa' para mí, pero con algo en sus páginas que me pertenece. Que nos pertenece a todos nosotros.Porque 'Ordesa' no es Barbastro. Ordesa no es el Valle de Ordesa. 'Ordesa' ni siquiera es solamente 'Ordesa'. Es algo más. La novela es una confesión tardía de alguien que puede ser Manuel, o Rita, o quizá tú. Es un acercamiento a la muerte ajena. A esa muerte que duele. A esa muerte que te desgarra por dentro y no sabes bien cuando va a sanar su herida. Tal vez no sane.Vilas sana su herida con el desahogo. Muestra su obra, para mí la mejor de este autor, la relación con sus padres, vista por los ojos de un niño que hoy es adulto. Muestra también su relación con sus hijos, vista por los ojos de un padre que un día fue hijo. Y no necesita gesticular ni hacer ademanes descontrolados para llamar la atención del lector. No hay excesos en Ordesa, solo hay sencillez. Palabras naturales para contar algo natural. No hay prosa rebuscada ni párrafos estudiados en exceso. 'Ordesa' busca contarnos una parte de nosotros mismos. De nuestras relaciones familiares, nuestras revueltas infantiles y nuestros viajes a la playa. 'Ordesa' escarba sin dolor. Destapa. Sí. Eso es. Esa es la palabra. 'Ordesa' destapa una parte de ti, de mí, de nuestros padres y de nuestra España. Entrar en 'Ordesa', Valle o Libro, es reflexión. Os invito a meditar. Conocerse un poquito mejor a sí mismo nunca está de más. Os invito, como cada semana, a leer. Se llama 'Ordesa', se llama Manuel Vilas. Leedle. Sin más…
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Un fascinante recorrido por la vida de la fotógrafa Vivan Maier, descubierta en 2007 por John Maloof, que buscaba información para escribir un libro sobre Chicago y se topó con uno de los archivos fotográficos más sorprendentes del siglo XX. El libro está escrito en segunda persona, todo un acierto para acercar al lector a la biografía de esta fotógrafa que trabajó como niñera durante casi 40 años y que mantuvo en secreto su pasión por capturar instantes de vida. Una persona como la que se describe en el libro jamás desnudaría su alma y sus secretos en primera persona y es por eso que la segunda persona funciona tan bien en esta narración. Esta biografía se convierte pues en un testimonio fundamental para conocer la personalidad de esta mujer que iba siempre con la cámara en el bolso o colgada del cuello y que esperaba el momento preciso para apretar el botón, ya que (añadiendo una dificultad mayor a su excelente trabajo) sólo tomaba una fotografía de cada instante atrapado en sus carretes que, en muchas ocasiones, dejó sin revelar por falta de dinero.
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Este libro ilustrado publicado en Francia en 1965 es una gran obra para adultos de Sempé. No sólo destaca la excelente calidad de las ilustraciones a las que el autor nos tiene acostumbrados o la cuidada edición de Blackie Books, sino también el gran sentido del humor y la afilada ironía con que se reflexiona sobre la amistad masculina y el amor.Día tras día los parroquianos del restaurante parisino Chez Picard se reúnen para comer y compartir el tedio de su vida laboral y entre conversaciones sobre política y fútbol, se va pasando la vida. Un habitual del lugar, el señor Lambert, rompe su rutina y la de sus compañeros con sus constantes retrasos que llevan a todos a recordar tiempos pasados y diferentes historias de amor y juventud.
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Esta novela corta o relato largo de la autora de 'Rebeca' no deja indiferente. El misterio te atrapa desde la primera página, las ganas de seguir leyendo te cautivan. El protagonista narra la desaparición de la mujer de un amigo en la cima del Monte Verità. Un aire gótico recorre la narración y la autora va dosificando la información de manera magistral para mantener despierto el interés en todo momento. La llamada de la naturaleza, la vuelta del ser humano a un estado primitivo y el poder de lo desconocido se dan cita en esta obra. Todo esto es lo que debieron sentir los verdaderos habitantes del Monte Verità (Ascona) que, ya a principios del siglo XX emprendieron varios proyectos de socialismo utópico y convivencia anarquista. Daphne du Maurier era buena conocedora de estas iniciativas y su libro no deja de ser una manera de ficcionar estos acontecimientos. Pero la maestría narrativa de la escritora transforma esta historia en un relato apasionante en el que no hay nada evidente ni explícito y queda en manos del lector la interpretación de los acontecimientos.Merece la pena adentrarse en este libro que publica El Paseo por primera vez en un volumen independiente (antes formaba parte del libro 'Los pájaros y otros relatos').
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